Hola muchachos, feliz día de comunidad!
Del Evangelio de hoy puedo decirles lo siguiente: La verdad es que, Jesús no andaba con muchas vueltas a la hora de mostrar cuánto ama a los suyos. Hay que tener corazón para orar de semejante forma, no? Qué Maestro!
Hay tantas cosas para decir, pero mi propuesta es sencilla: Lo acompañamos en oración? Si están de acuerdo, si están convencidos que Jesús está orando por cada uno de nosotros, al final de la oración, digamos: “Amén”.
† Lectura del santo Evangelio
según san Juan (17, 20-26)
En aquel tiempo,
Jesús levantó los ojos al cielo y dijo:
“Padre,
no sólo te pido por mis discípulos,
sino también por los que van a creer en mí por la palabra de ellos,
para que todos sean uno,
como tú, Padre,
en mí y yo en ti somos uno,
a fin de que sean uno en nosotros
y el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste,
para que sean uno,
como nosotros somos uno.
Yo en ellos y tú en mí,
para que su unidad sea perfecta
y así el mundo conozca que tú me has enviado
y que los amas,
como me amas a mí.
Padre,
quiero que donde yo esté,
estén también conmigo los que me has dado,
para que contemplen mi gloria,
la que me diste,
porque me has amado desde antes de la creación del mundo.
Padre justo,
el mundo no te ha conocido;
pero yo sí te conozco
y éstos han conocido que tú me enviaste.
Yo les he dado a conocer tu nombre
y se lo seguiré dando a conocer,
para que el amor con que me amas
esté en ellos y yo también en ellos”.
Que tengan un buen día. Un abrazo. Hasta la próxima.
Titino
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