Hoy, 15/06/2010, recibimos la triste noticia de la partida de don Pagura, y se me vinieron a la memoria tantos recuerdos.
Un hombre grandote, de bigotes y cabello blanco, con pantalon y camisa de grafa color azul y, si mal no recuerdo, un sombrero de paja. Asi se presentaba para los tiempos de la "carneada". Yo siempre soñaba participar en ese grupo privilegiado que él lideraba, porque estar allí era participar de una fiesta. No volví a tomar un vinito con tantas ganas como en esos días de alegría.
Pero lo que más me llamaba la atención su sonrisa, con esa carcajada sorda, casi sin emitir sonido, que nos regalaba cada vez que se aparecía en Nazaret, y que contagiaba.
Sin dudas, él también habrá experimentado lo del ciento x uno que promete Jesús... muchos fuimos, de alguna manera, como sus hijos.
Sin entrar en lugares comunes y frases hechas, puedo dar fe que don Pagura será siempre recordado con alegría. Don Pagura, descanse en paz.
Un gran abrazo al padre Rubén
Oscar