Un Recuerdo Muy Especial!!!

Un recuerdo Muy Especial !!!

2008 - 13 de octubre - 2016


Recordemos en este Sitio muy especialmente a nuestros hermanos que ya partieron para la "Casa del Padre".

Siempre recordaremos sus sonrisas, el buen humor, "las pescas", "los asados", el amor a Dios y el compromiso constante con el hermano necesitado.

Estamos seguros que desde el Cielo ellos interceden ante Dios por cada uno de nosotros, que caminamos esperanzados en encontranos nuevamente para compartir tantos momentos inolvidables.


... German Merlino, Eldo Yoris y Silvio Bejarano ...

Hasta siempre Hermanos!!!!!


viernes, 30 de diciembre de 2011


Hola familia, feliz dia de comunidad.


Estamos en las vísperas de fin de año, y a las puertas del comienzo de uno nuevo.

De chico me asombraba esta situación y (a medianoche) estaba atento a los segunderos del reloj para ver cómo ocurría este cambio.

Les deseo lo mejor a cada uno de uds. En esta otra fiesta familiar.

Les cuento que me tomaré un receso hasta febrero. En casa no tengo Internet y conseguir un cyber se complica bastante. Pero si alguien pudiera enviar las lecturas de los jueves sería fantástico. Prometo mis pobres oraciones por quien lo realice.

Hoy vamos a hacer un poco diferente de otros jueves, después de las lecturas vendrá el comentario. Hoy será el de un santo.


Los dejo con la Palabra.


Día V de la Octava de Navidad
Epístola I de San Juan 2,3-11.

La señal de que lo conocemos, es que cumplimos sus mandamientos.
El que dice: "Yo lo conozco", y no cumple sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado verdaderamente a su plenitud. Esta es la señal de que vivimos en él.

El que dice que permanece en él, debe proceder como él.

Queridos míos, no les doy un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, el que aprendieron desde el principio: este mandamiento antiguo es la palabra que ustedes oyeron. Sin embargo, el mandamiento que les doy es nuevo. Y esto es verdad tanto en él como en ustedes, porque se disipan las tinieblas y ya brilla la verdadera luz.

El que dice que está en la luz y no ama a su hermano, está todavía en las tinieblas.



El que ama a su hermano permanece en la luz y nada lo hace tropezar.
Pero el que no ama a su hermano, está en las tinieblas y camina en ellas, sin saber a dónde va, porque las tinieblas lo han enceguecido.



Salmo 96(95),1-3.5-6.

Canten al Señor un canto nuevo,

cante al Señor toda la tierra;

canten al Señor, bendigan su Nombre,

día tras día, proclamen su victoria.

Anuncien su gloria entre las naciones,

y sus maravillas entre los pueblos.

Los dioses de los pueblos no son más que apariencia,

pero el Señor hizo el cielo;

en su presencia hay esplendor y majestad,

en su Santuario, poder y hermosura.



Evangelio según San Lucas 2,22-35.

Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: Todo varón primogénito será consagrado al Señor.

También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor.

Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él
y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor.
Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley,
Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo:
"Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel".


Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él.
Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: "Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos".




Comentario del Evangelio por
San Cipriano (hacia 200-258), obispo de Cartago y mártir
Sobre la muerte, 2-3

"Ahora... puedes dejar a tu siervo irse en paz"



«El Reino de Dios está cerca» (Lc 21,31). El Reino de Dios, muy queridos hermanos, ya desde ahora está cerca. Junto con el fin del mundo se anuncia ya la recompensa de la vida, el gozo de la salvación eterna, la seguridad sin fin y el gozo del paraíso que antiguamente habíamos perdido. Y las realidades del cielo suceden a las realidades humanas, las grandes a las pequeñas, las eternas a las temporales. ¿Hay de qué inquietarse, razones para temer el futuro?...
En efecto, está escrito "el justo vivirá por su fe". Si sois justos, si vivís de la fe, si creéis verdaderamente en Jesucristo, ¿por qué no os alegráis de estar llamados a ir al encuentro de Cristo..., puesto que creéis firmemente en la promesa de Dios y estáis destinados a estar con Cristo? Tomad como ejemplo a Simeón, el justo: ha sido verdaderamente justo y ha cumplido los mandamientos de Dios. Una inspiración divina le había enseñado que no moriría sin antes ver a Cristo, de tal manera que cuando Cristo niño fue al Templo con su madre, Simeón iluminado por el Espíritu Santo, vio claro que había nacido el Salvador, tal como se le había predicho; y en tal situación comprendió que su muerte era inminente.
Gozoso ante esta perspectiva y seguro desde entonces de ser llamado por Dios para estar con Él, tomó al niño en sus brazos y, bendiciendo al Señor, exclamó: "Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador". Entonces experimentó y dio testimonio de que la paz de Dios es para sus siervos, que éstos gozan de las dulzuras de la quietud y la libertad cuando, alejados de los tormentos mundanos, adquieren el refugio y la seguridad eternas... Es solamente entonces cuando el alma encuentra la verdadera paz, el descanso total, las seguridad duradera y perpetua.







Que el Señor nos bendiga a todos junto a nuestras familias. Les deseo un 2012 lleno de bendiciones. Un abrazo y hasta la próxima.

Titino

sábado, 24 de diciembre de 2011

Mensaje Navideño del Casante !!!

Podemos leer el Mensaje Navideño del Casante en el link "La Palabra del Casante" en el lateral izquierdo de este blog.

Los Tres deseos del Papa!!!

Benedicto XVI ha formulado tres deseos ante un árbol de Navidad.


Este es el resumen de lo que el Santo Padre espera en los próximos días.






En la tarde del miércoles 7 de diciembre, Benedicto XVI encendió el árbol de Navidad más grande del mundo. Previamente, dijo unas palabras:


«Antes de encender el árbol quisiera expresar tres deseos (...). Cuando lo miramos, nuestros ojos se dirigen hacia arriba, hacia el cielo, hacia el mundo de Dios.



Mi primer deseo es, por lo tanto, que nuestra mirada, la de la mente y la del corazón, no se detenga solamente en el horizonte de este mundo, en las cosas materiales, sino que sea de alguna forma como este árbol, que tienda hacia arriba, que se dirija a Dios. Dios nunca nos olvida, pero también nos pide que no nos olvidemos de Él».



«El Evangelio narra que en la noche santa de Navidad una luz envolvió a los pastores, anunciándoles una gran alegría: el nacimiento de Jesús, de Aquel que nos trajo la luz, más aún, de Aquel que es la luz verdadera que ilumina a todos. El gran árbol que encenderé dentro de poco (...) iluminará con su luz la oscuridad de la noche».



«El segundo deseo es que nos recuerde que también nosotros necesitamos una luz que ilumine el camino de nuestra vida y nos dé esperanza, especialmente en esta época en que sentimos tanto el peso de las dificultades, de los problemas, de los sufrimientos, y parece que nos envuelve un velo de tinieblas. Pero ¿qué luz puede iluminar verdaderamente nuestro corazón y darnos una esperanza firme y segura? Es el Niño que contemplamos en la Navidad santa, en un pobre y humilde pesebre, porque es el Señor que se acerca a cada uno de nosotros y pide que lo acojamos nuevamente en nuestra vida, nos pide que lo queramos, que tengamos confianza en Él, que sintamos su presencia que nos acompaña, nos sostiene y nos ayuda».



«Pero este árbol tan grande lo forman muchas luces. El último deseo es que cada uno de nosotros aporte algo de luz en los ambientes en que vive: en la familia, en el trabajo, en el barrio, en los pueblos, en las ciudades. Que cada uno sea una luz para quien tiene al lado; que deje de lado el egoísmo que, tan a menudo, cierra el corazón y lleva a pensar sólo en uno mismo; que preste más atención a los demás, que los ame más. Cualquier pequeño gesto de bondad es como una luz de este gran árbol: junto con las otras luces ilumina la oscuridad de la noche, incluso de la noche más oscura».



Por Benedicto XVI
www.iglesia.org

Feliz Navidad!!!


FELIZ NAVIDAD.

NAVIDAD da visibilidad a la presencia de Dios en el mundo, a la presencia de María, Madre de Dios, a la fe que compartimos en nuestras tierras. Es la fiesta que anualmente nos hace sentir la alegría de creer y compartir.

GRACIAS FAMILIA POR HACER REALIDAD ESTOS SENTIMIENTOS.

FELICIDADES.

P. Rubén

jueves, 22 de diciembre de 2011


Hola familia, feliz día de comunidad.

Quién lo diría, ya estamos en la antesala de la Navidad. Qué fiesta tan importante para nosotros. Es tiempo de gracia, es tiempo de centrar nuestra mirada en el Niño Dios. Es el tiempo de la familia, de la oración.

Este martes que pasó, en el grupo de oración compartí lo siguiente: «el sábado a la tarde vino a visitarme un amigo de la iglesia evangélica, quien días pasados perdió a su padre, y estaba muy triste. Hablamos largamente. Al verlo tan dolido, recordé lo que una vez el “bochi” me dijo cuando yo había perdido a mi papá (uds. entienden, perdemos a nuestros seres queridos acá, pero los ganamos como intercesores en el cielo); me pasó las citas bíblicas: Eclo. 41, 1-4 y Eclo. 38, 16-23 (en ese orden… la lectura de la Palabra de Dios fue un bálsamo en ese entonces para mí). Leí aquellas palabras a mi amigo que escuchaba con total atención, y me pidió que le escribiera en un papel las citas para leerlas nuevamente en su casa.

Me confió sus impresiones: “¿Sabés?, mi papá estuvo internado, sufría mucho; luego los médicos nos dijeron que lo lleváramos a casa, que ya no había nada más que hacer. Mis hermanas pusieron un cartelito en el Hospital pidiendo personal para cuidarlo a domicilio, ya que mi mamá no podía hacerlo sola (es una mujer grande) y a nosotros sus hijos se nos complicaba por los horarios laborales. Se presentó entonces una señora y realizó el cuidado estas dos últimas semanas; ella no cobró ni un centavo por el trabajo (le cambiaba los pañales, lo lavaba, lo ayudaba a cambiarse de posición con toda delicadeza porque estaba escarado…), vino todos los días de nueve a cinco de la tarde. Lo único que aceptó fueron las monedas para el pasaje y el plato de comida del almuerzo. Yo la veía cerca de la cama de mi papá, rezando con algo en sus manos (me pareció que era un rosario). Esta mujer había quedado viuda hace mucho tiempo atrás, y desde entonces hacía este tipo de trabajos (gratuitamente) para ofrecerlo al Señor. Me dijo que pertenecía a un grupo… legionario o algo parecido (la Legión de María)”.

Cuando llegué a este punto del relato, uno de los muchachos que escuchaba agregó: “esta mujer, no tiene idea de lo que transmite su testimonio, así en el silencio y el anonimato,… es precioso”.

Por mi parte, recién ahí comprendí el valor de este testimonio, es verdad. Mi amigo (el evangélico), al final de la visita, besó mi rosario (el de Medjugorje) y me pidió información para aprender a rezarlo.

Si no me equivoco esta mujer desconocida se llamaba Dora o Nora, no lo sé, sea cual fuere su nombre, yo se que es hija amada de María Santísima, y hace las cosas al estilo de ella, de nuestra Madre querida, en silencio, con humildad, escondida.

En la Lectura del Evangelio de hoy, contemplaremos también otra faceta de la propia María, de nuestra Madre amada, algo fundamental para nuestra vida, aparte de la caridad, la humildad y la sencillez: la oración del corazón, que tiene como centro a Dios nuestro Padre, el Bueno, el Providente. Sólo un corazón lleno de gracia, puede decir las cosas que Ella dijo, aunque sean palabras ya conocidas en el Antiguo Testamento. En sus labios suenan distinto, adquieren otro sabor.


Los dejo con la lectura de la Palabra de Dios.


Primer Libro de Samuel 1,24-28.

Cuando el niño dejó de mamar, lo subió con ella, llevando además un novillo de tres años, una medida de harina y un odre de vino, y lo condujo a la Casa del Señor en Silo. El niño era aún muy pequeño.
Y después de inmolar el novillo, se lo llevaron a Elí.


Ella dijo: "Perdón, señor mío, ¡por tu vida, señor!, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti, para orar al Señor. Era este niño lo que yo suplicaba al Señor, y él me concedió lo que le pedía.


Ahora yo, a mi vez, se lo cedo a él; para toda su vida queda cedido al Señor". Después se postraron delante del Señor.


Primer Libro de Samuel 2,1.4-5.6-7.8abcd.


Entonces Ana oró, diciendo: "Mi corazón se regocija en el Señor, tengo la frente erguida gracias a mi Dios. Mi boca se ríe de mis enemigos, porque tu salvación me ha llenado de alegría.


El arco de los valientes se ha quebrado, y los vacilantes se ciñen de vigor;
los satisfechos se contratan por un pedazo de pan, y los hambrientos dejan de fatigarse; la mujer estéril da a luz siete veces, y la madre de muchos hijos se marchita.


El Señor da la muerte y la vida, hunde en el Abismo y levanta de él.


El Señor da la pobreza y la riqueza, humilla y también enaltece.


El levanta del polvo al desvalido y alza al pobre de la miseria, para hacerlos sentar con los príncipes y darles en herencia un trono de gloria; porque del Señor son las columnas de la tierra y sobre ellas afianzó el mundo.



Evangelio según San Lucas 1,46-56.


María dijo entonces:

"Mi alma canta la grandeza del Señor,

y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,

porque el miró con bondad la pequeñez de su servidora.

En adelante todas las generaciones me llamarán feliz,

porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:

¡su Nombre es santo!

Su misericordia se extiende de generación en generación

sobre aquellos que lo temen.

Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.

Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.

Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia,

como lo había prometido a nuestros padres,

en favor de Abraham y de su descendencia para siempre".

María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.



Los saludo con el cariño de siempre, deseándoles una FELIZ NAVIDAD! Que el Niño Jesús habite en nuestros corazones. Hasta la próxima. Un abrazo grande.

Titino

jueves, 15 de diciembre de 2011

Jueves ... Día de Comunidad!!!


Hola familia, feliz día de comunidad!

Ayer, sin querer, encontré este bello cuento que les trascribo de una página de Medjugorje. Y como la primera lectura habla de esposas, esposos, vida matrimonial, etc. Se los envío. Un versículo muy sugestivo de la primera lectura (de Isaías) dice así: "¿Acaso se puede despreciar a la esposa de la juventud?. dice el Señor”… Es una pregunta que nos toca muy de cerca.



¡El rey que se había equivocado!

Había una vez un Rey que tenía cuatro esposas. Amaba a su cuarta esposa más que a todas las demás. Le hacía lindos regalos y la rodeaba de muchos cuidados. Le prodigaba siempre lo mejor. También amaba a su tercera esposa y se la presentaba con orgullo a los Reyes vecinos, pero temía que ella partiera un día con otro Rey. Amaba igualmente a su segunda esposa. Era su confidente y cada vez que tenía un problema, lo hablaban juntos. Su primera esposa era su compañera más fiel; y con ella había construido su reino.

Un día el Rey enfermó de gravedad. A punto de morir, se puso a reflexionar: “Tengo cuatro esposas, pero cuando muera, estaré solo”.

Llamó por lo tanto a su cuarta esposa y le dijo:

- Te he amado más que a las demás. Te he dado lo mejor que tuve. Ahora que voy a morir, ¿quisieras venir conmigo y ser mi compañera para siempre?

- ¡Estás loco!
, le respondió ella, antes de alejarse sin agregar palabra. Su respuesta penetró dolorosamente en el corazón del Rey, como un cuchillo.


El Rey le dijo entonces a su tercera esposa:

- Te amé durante toda mi vida. Ahora que voy a morir, ¿estás dispuesta a seguirme?

- No, le respondió ella. La vida es demasiado bella. Cuando hayas muerto, me volveré a casar. Esta respuesta sorprendió al Rey que quedó muy entristecido.

Le dijo a su segunda esposa:

- Siempre he acudido a ti en los momentos difíciles y tú me has ayudado. Ahora que voy a morir, ¿quieres seguirme?


Ella le respondió:

- Lamento no poder seguirte, pero te prometo que te haré un hermoso funeral.



El Rey se encontraba desamparado. Durante toda su vida se había equivocado sobre los sentimientos de sus esposas. Escuchó entonces una voz que le decía: “Yo iré contigo. Te seguiré por donde vayas”.

La que estaba hablando era su primera esposa. El Rey la miró y se avergonzó: estaba flaca, enferma y resignada. Entonces le dijo: “Es a ti a quien debería haber amado más que a las demás cuando podía hacerlo”.



En realidad cada uno de nosotros tiene cuatro esposas:

Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo. Sea cual fuere el cuidado que le demos, nos dejará el día en que muramos.

Nuestra tercera esposa es nuestra riqueza y nuestra situación social. Cuando estemos muertos, no nos llevaremos nada.

Nuestra segunda esposa son nuestros amigos y nuestra familia. Son un gran apoyo para nosotros, pero el día de nuestra muerte todo lo que puedan hacer por nosotros será organizar nuestro entierro.

Nuestra primera esposa es nuestra alma que olvidamos frecuentemente y que tratamos tan mal. Sin embargo ella nos acompañará a todo lugar. Tómate tiempo para cuidarla y atenderla para que sea bella y santa.


¡Hazla brillar ahora! ¡Después, será demasiado tarde!


(Autor anónimo)



Perdonen este prólogo tan extenso, pero valía la pena no?

Vayamos pues a su Palabra bendita, para alimentar nuestra alma, recordando que “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Al final de la primera lectura, el Señor nos recuerda y subraya que:
“Aunque se aparten las montañas y vacilen las colinas, mi amor no se apartará de ti…”



Libro de Isaías 54,1-10.

¡Grita de alegría, estéril, tú que no has dado a luz; prorrumpe en gritos de alegría, aclama, tú que no has conocido los dolores del parto! Porque los hijos de la mujer desamparada, son más numerosos que los de la desposada, dice el Señor.

¡Ensancha el espacio de tu carpa, despliega tus lonas sin mezquinar, alarga tus cuerdas, afirma tus estacas! Porque te expandirás a derecha y a izquierda, tu descendencia poseerá naciones enteras y poblará ciudades desoladas.

No temas, porque no te avergonzarás: no te sonrojes, porque no serás confundida: olvidarás la ignominia de tu adolescencia y no te acordarás del oprobio de tu viudez.

Porque tu esposo es aquel que te hizo: su nombre es Señor de los ejércitos; tu redentor es el Santo de Israel: él se llama "Dios de toda la tierra".
Sí, como a una esposa abandonada y afligida te ha llamado el Señor: "¿Acaso se puede despreciar a la esposa de la juventud?". dice el Señor.
Por un breve instante te dejé abandonada, pero con gran ternura te uniré conmigo; en un arrebato de indignación, te oculté mi rostro por un instante, pero me compadecí de ti con amor eterno, dice tu redentor, el Señor.
Me sucederá como en los días de Noé, cuando juré que las aguas de Noé ni inundarían de nuevo la tierra: así he jurado no irritarme más contra ti ni amenazarte nunca más.

Aunque se aparten las montañas y vacilen las colinas, mi amor no se apartará de ti, mi alianza de paz no vacilará, dice el Señor, que se compadeció de ti.


Salmo 30(29),2.4.5-6.11-12a.13b.

Yo te glorifico, Señor, porque tú me libraste y no quisiste que mis enemigos se rieran de mí.

Tú, Señor, me levantaste del Abismo y me hiciste revivir, cuando estaba entre los que bajan al sepulcro.

Canten al Señor, sus fieles; den gracias a su santo Nombre,
porque su enojo dura un instante, y su bondad, toda la vida: si por la noche se derraman lágrimas, por la mañana renace la alegría.

Escucha, Señor, ten piedad de mí; ven a ayudarme, Señor".

Tú convertiste mi lamento en júbilo, me quitaste el luto y me vestiste de fiesta, para que mi corazón te cante sin cesar. ¡Señor, Dios mío, te daré gracias eternamente!



Evangelio según San Lucas 7,24-30.

Cuando los enviados de Juan partieron, Jesús comenzó a hablar de él a la multitud, diciendo: "¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento?

¿Qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que llevan suntuosas vestiduras y viven en la opulencia, están en los palacios de los reyes.

¿Qué salieron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta.

El es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino.

Les aseguro que no hay ningún hombre más grande que Juan, y sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más grande que él.
Todo el pueblo que lo escuchaba, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, recibiendo el bautismo de Juan.

Pero los fariseos y los doctores de la Ley, al no hacerse bautizar por él, frustraron el designio de Dios para con ellos.





Les deseo un día esplendoroso en la compañía de Jesús y María. Un abrazo grande, y hasta la próxima. Que Dios nos bendiga a todos.

Titino

jueves, 8 de diciembre de 2011

Entre Nosotros Nº 162

Invitamos a todos a leer la publicación del "Entre Nosotros Nº 162" correspondiente al día de hoy, 8 de diciembre de 2011, que se encuentra en este blog, en un link especial identificado con una imagen de Don Calabria, en el margen izquierdo.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Jueves ... Día de Comunidad!!!


Hola familia, feliz día de comunidad.

Me adelanto un poco (hoy es miércoles), para que en nuestro día celebremos a nuestra Madre.

La verdad es que no sabía qué escribirles, hasta que anoche, en la reunión de oración, tuve un poco de luz acerca de qué decirles.

S. Luis María Grignion de Montfort me hizo ver una realidad un poco escondida. El dice que todos recibimos tesoros de gracia de parte de Dios, pero nuestro enemigo, el gran mentiroso, es también ladrón por antonomasia y nos lo roba fácilmente. Pensemos un momento qué sucede cada vez que salimos de Misa o de Confesión. Cómo nos sentimos? con ganas de volar, no? Ese momento de gracia, cuánto nos dura? Se percataron de ello? Lo vivimos intensamente a lo largo de la semana? Ni bien surgen inconvenientes, qué ocurre en nuestro corazón? … alguien nos roba la paz, la serenidad, la alegría… la gracia.

Don Montfort propone para que ello no ocurra, consagrarnos enteramente a María Ssma. porque donde ella está, el ladrón enemigo no aparece. Sólo ella es capaz de cuidar nuestros tesoros convenientemente. Y lo hace con la ternura y a la vez, con la fortaleza de Madre que defiende a sus hijos. Cuidará en nosotros la gracia que el Padre nos regala seguidamente (y la hará fructificar aún más).

Pero no solo eso, también podemos hacer algo más audaz, podemos consagrarle a Ella toda nuestra familia; ella obrará a favor nuestro salvándonos de todo peligro, y también a nuestros hijos. Leía hace poco de un libro de Medjugorje el testimonio de un hombre que consagró sus hijos al cuidado de nuestra Santa Madre, y cómo ellos que estaban inmersos en drogas, alcohol, adulterios, etc. etc. cambiaron radicalmente sus vidas, gracias al cuidado y protección de María (incluso uno de ellos estaba pensando seriamente consagrar su vida al Señor en el sacerdocio). Este hombre había leído algunos mensajes de la Virgen que decía: “Si alguien en una familia da el primer paso, yo haré el resto”. Y lo comprobó personalmente (debo aclarar que este hombre había llevado una vida deplorable, alejado totalmente de Dios, el primero que cambió fue él, creyendo en las palabras de María).

No es tarde para consagrarnos a su Corazón Inmaculado. Ella nos llevará directamente a Jesús de Nazareth. Aprovechemos este 8 de diciembre, en nuestro día de comunidad, para consagrarnos y consagrar nuestras familias a su protección. Digamos confiadamente:



“¡Oh Madre! Quiero consagrarme a Ti.

Virgen María, hoy consagro mi vida a Ti.

Siento necesidad constante de tu presencia en mi vida,

para que me protejas, me guíes y me consueles.

Sé que en Ti mi alma encontrará reposo

y la angustia en mí no entrará,

mi derrota se convertirá en victoria,

mi fatiga en Ti, fortaleza es”.

Amén.

(Oración dada por María en San Nicolás 7-9-84)



Los dejo con la Palabra.



La Inmaculada Concepción de la Virgen María - Solemnidad

Libro de Génesis 3,9-15.20.

Pero el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: "¿Dónde estás?".
"Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí".

El replicó: "¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?".

El hombre respondió: "La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él".

El Señor Dios dijo a la mujer: "¿Cómo hiciste semejante cosa?". La mujer respondió: "La serpiente me sedujo y comí".

Y el Señor Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida.
Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. El te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón".

El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes.



Salmo 98(97),1.2-3ab.3bc-4.

Salmo. Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria.

El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel.

Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios.

Se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel.

Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos.



Carta de San Pablo a los Efesios 1,3-6.11-12.

Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo,
y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor.

El nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido.

En él hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano -según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad-
a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo, para alabanza de su gloria.




Evangelio según San Lucas 1,26-38.

En el sexto mes, el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.

El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo".

Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.

Pero el Angel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido.
Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús;
él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin".

María dijo al Angel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?".

El Angel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios".

María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Angel se alejó.









Les deseo un día memorable en compañía de María Santísima. Que ella los abrace con ternura y los acompañe todos los días. Les confío un secreto: mi corazón le pertenece a Ella. Rezo por uds., recen por mí un Ave María. Hasta la próxima.

Titino




jueves, 1 de diciembre de 2011

Jueves ... día de Comunidad!!!


Hola familia, feliz día de comunidad.

Saben? Tuve la tentación de enviarles el pensamiento de gente santa, en vez de escribirles lo que pienso en lo personal. Pero hoy a la mañana, mientras oraba, sentí en mi corazón aquella voz inconfundible que me indicaba lo contrario. Él sabrá. Cualquier cosa, pregúntenle a El.

La lectura del Evangelio de hoy, fue siempre para mí un poco fuerte en lo que concierne a la prudencia… no edificar sobre arena… no ser insensatos, etc.

Pero hoy comprendí un poco más. La mirada debe residir más bien en la exhortación de Jesús: “los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo”.

Debo confesarles que una de las cosas que me hicieron feliz desde mi juventud, fue saber que Dios quiere lo mejor para mí, más de lo que yo mismo quiero, su plan es mucho más perfecto que mis propios planes, superan infinitamente a los míos (no es una invención, la Biblia lo dice muchas veces). Y lo he comprobado año tras año, día tras día, minuto tras minuto.

Desde ese entonces, que trato de consultarlo permanentemente en todo. Toda decisión pequeña o grande (al menos para mí), intento de chequearla con el filtro de su mirada.

Pero, la voluntad de Dios se descubre en lo natural también, en los acontecimientos diarios. Mi director espiritual me aconsejó llevar “esta consulta espiritual” al seno familiar: no tomar decisiones sin consultar primero a mi esposa, y a mi hijos. Fue un consejo muy sabio. Porque sino uno se cree que tiene contacto directo con el cielo, y es capaz de decir: el Señor lo quiere así… y terminar haciendo cada macana que no tiene nombre.

Otro santo sacerdote, nos explicaba hace muchos años atrás, que descubrir la voluntad de Dios en lo natural es sencillo, por ejemplo: respetar el semáforo; si está en rojo, Dios no quiere que avances todavía, el paso lo tiene tu hermano.

No es tan difícil vivir de acuerdo a la voluntad del Padre que está en el cielo. Debemos mirar hacia adentro, escuchar esa voz que nos indica el camino a seguir y cómo, de qué manera se debe seguir. Cada uno en su propio estado y profesión, casados, solteros, familia, padres, hijos, docentes, administrativos, policías, operarios, agricultores, albañiles, herreros, jefes, gremialistas… etc.

Por último, todos sabemos que la divina voluntad del Padre, se nos manifiesta en su Palabra. Cada jueves, Él tiene algo para decirnos, en lo particular y en lo comunitario, en lo secreto de nuestros corazones.

No los hago perder más tiempo con tanta cháchara y vayamos directamente a su Palabra, que es viva y eficaz.



Libro de Isaías 26,1-6.

Aquel día, se entonará este canto en el país de Judá: Tenemos una ciudad fuerte, el Señor le ha puesto como salvaguardia muros y antemuros. Abran las puertas, para que entre una nación justa, que se mantiene fiel.

Su carácter es firme, y tú la conservas en paz, porque ella confía en ti.
Confíen en el Señor para siempre, porque el Señor es una Roca eterna.
El doblegó a los que habitaban en la altura, en la ciudad inaccesible; la humilló hasta la tierra, le hizo tocar el polvo. Ella es pisoteada por los pies del pobre, por las pisadas de los débiles.



Salmo 118(117),1.8-9.19-21.25-27a.

¡Aleluya! ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!

Es mejor refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres;

es mejor refugiarse en el Señor que fiarse de los poderosos.

"Abran las puertas de la justicia y entraré para dar gracias al Señor".

"Esta es la puerta del Señor: sólo los justos entran por ella".

Yo te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación.

Sálvanos, Señor, asegúranos la prosperidad.

¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Nosotros los bendecimos desde la Casa del Señor:

el Señor es Dios, y él nos ilumina. "Ordenen una procesión con ramas frondosas hasta los ángulos del altar".



Evangelio según San Mateo 7,21.24-27.

No son los que me dicen: 'Señor, Señor', los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca.
Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.

Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande".



Los saludo como siempre, deseándoles todo bien espiritual y material. Que Dios nos bendiga a todos. Un abrazo grande.


Titino



P.D. Hoy cumple Sergio Menapace.
Gracias padre Rubén por el material de Adviento.




Feliz cumpleaño! Titino y Sergio. Que el Señor los bendiga a Uds y sus familias.



Que el Señor nos ayude a vivir en su voluntad y nos enseñe a amarla en el día a día.


Una caridad de oración para este pobre croto que asume como Párroco este sábado: 20,30 hs Misa y despues una cena a la canasta. Si los de algunos pueden participar, es una gran alegría para mi. Me confió en sus oraciones y que el Señor me ayude a vivirlo en su voluntad.


Un abrazo a todo@s.


P. Rubén