Un Recuerdo Muy Especial!!!

Un recuerdo Muy Especial !!!

2008 - 13 de octubre - 2016


Recordemos en este Sitio muy especialmente a nuestros hermanos que ya partieron para la "Casa del Padre".

Siempre recordaremos sus sonrisas, el buen humor, "las pescas", "los asados", el amor a Dios y el compromiso constante con el hermano necesitado.

Estamos seguros que desde el Cielo ellos interceden ante Dios por cada uno de nosotros, que caminamos esperanzados en encontranos nuevamente para compartir tantos momentos inolvidables.


... German Merlino, Eldo Yoris y Silvio Bejarano ...

Hasta siempre Hermanos!!!!!


jueves, 30 de junio de 2011

Jueves ... Día de comunidad!!!

Feliz día de comunidad, hermanos/amigos.

Únicamente cuando a uno le va mal, se le amplía el horizonte espiritual. Ustedes entienden, no?

Días pasados el hno. Carlos, de la Casa Sagrado Corazón, me pasó un escrito del P. Mamerto Menapace, que remarcaba algunos aspectos de esto que parece contradictorio (al menos lo es para aquellos que no conocen a nuestro Dios Padre). Narraba el P. Menapace que, a plena luz del día uno tiene una visión de hasta 15 km como máximo. A la noche, uno extiende su visión más allá de la atmósfera, alcanzando a contemplar las estrellas… Con su escritura clara y profunda sostenía: “La abundancia de luz suprime en nosotros la posibilidad de ver las estrellas. Las estrellas brillan de día exactamente como de noche. Pero nosotros estamos incapacitados para poderlas ver, debido a la abundancia de luz que tenemos. Entonces llega la noche… que nos roba todo lo inmediato al quitarnos con el sol: la luz, el árbol, el pájaro y todos los demás puntos de referencia familiares… es mala por todo lo que nos roba. Pero también lo es porque nos desenjaula los miedos que llevamos por dentro. Nos suelta todas nuestras angustias y temores… Pero también es la noche la que nos da una capacidad muy hermosa: nos permite ver las estrellas. Nuestra visibilidad salta misteriosamente a dimensiones increíbles… nos abrimos al universo inmenso y misterioso en el que estamos sumergidos”.

Pienso yo en Abraham y su noche más negra y desolada, cuando Dios le pide el sacrificio de su único hijo Isaac. Diría el pastor evangélico Dante Gebel, al narrar dramáticamente los sucesos y el dolor interno del patriarca, que: “no se puede arreglar o mejorar la narración del libro del Génesis… no hay manera de que quede lindo”. Finaliza el pastor, con una bella reflexión, que en lo personal me vino en el día (perdón, en la noche) y el momento justo, de parte de Dios Padre.

Toda situación de crisis (espiritual y de la otra), cuando Dios lo permite en nuestras vidas, es para que alcancemos un beneficio mayor. Él está interesado en nuestro bien más que nosotros mismos; tal vez, su presencia escondida esté allí, en la bruma de nuestras vidas.

Confiemos entonces, si de pronto nos encontramos en oscuridad.

Los dejo con la Palabra de hoy.


Libro de Génesis 22,1-19.

Después de estos acontecimientos, "Dios puso a prueba a Abraham "¡Abraham!", le dijo. El respondió: "Aquí estoy". Entonces Dios le siguió diciendo: "Toma a tu hijo único, el que tanto amas, a Isaac; ve a la región de Moria, y ofrécelo en holocausto sobre la montaña que yo te indicaré".

A la madrugada del día siguiente, Abraham ensilló su asno, tomó consigo a dos de sus servidores y a su hijo Isaac, y después de cortar la leña para el holocausto, se dirigió hacia el lugar que Dios le había indicado.
Al tercer día, alzando los ojos, divisó el lugar desde lejos, y dijo a sus servidores: "Quédense aquí con el asno, mientras yo y el muchacho seguimos adelante. Daremos culto a Dios, y después volveremos a reunirnos con ustedes".

Abraham recogió la leña para el holocausto y la cargó sobre su hijo Isaac; él, por su parte, tomó en sus manos el fuego y el cuchillo, y siguieron caminando los dos juntos. Isaac rompió el silencio y dijo a su padre Abraham: "¡Padre!". El respondió: "Sí, hijo mío". "Tenemos el fuego y la leña, continuó Isaac, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?". "Dios proveerá el cordero para el holocausto", respondió Abraham. Y siguieron caminando los dos juntos.


Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham erigió un altar, dispuso la leña, ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar encima de la leña. Luego extendió su mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo.


Pero el Angel del Señor lo llamó desde el cielo: "¡Abraham, Abraham!". "Aquí estoy", respondió él. Y el Angel le dijo: "No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño. Ahora sé que temes a Dios, porque no me has negado ni siquiera a tu hijo único".

Al levantar la vista, Abraham vio un carnero que tenía los cuernos enredados en una zarza. Entonces fue a tomar el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

Abraham llamó a ese lugar: "El Señor proveerá", y de allí se origina el siguiente dicho: "En la montaña del Señor se proveerá". Luego el Angel del Señor llamó por segunda vez a Abraham desde el cielo, y le dijo: "Juro por mí mismo - oráculo del Señor - : porque has obrado de esa manera y no me has negado a tu hijo único, yo te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos, y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, ya que has obedecido mi voz".

Abraham regresó a donde estaban sus servidores. Todos juntos se fueron a Berseba, y Abraham residió allí.


Salmo 115(113B),1-2.3-4.5-6.8-9.

No nos glorifiques a nosotros, Señor: glorifica solamente a tu Nombre, por tu amor y tu fidelidad.

¿Por qué han de decir las naciones: "Dónde está su Dios"?


Nuestro Dios está en el cielo y en la tierra, él hace todo lo que quiere.
Los ídolos, en cambio, son plata y oro, obra de las manos de los hombres.

Tienen boca, pero no hablan, tienen ojos, pero no ven; tienen orejas, pero no oyen, tienen nariz, pero no huelen. Como ellos serán los que los fabrican, los que ponen en ellos su confianza. Pueblo de Israel, confía en el Señor: él es tu ayuda y tu escudo.



Evangelio según San Mateo 9,1-8.

Jesús subió a la barca, atravesó el lago y regresó a su ciudad. Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: "Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados".


Algunos escribas pensaron: "Este hombre blasfema". Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: "¿Por qué piensan mal? ¿Qué es más fácil decir: 'Tus pecados te son perdonados', o 'Levántate y camina'? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- levántate, toma tu camilla y vete a tu casa". El se levantó y se fue a su casa.

Al ver esto, la multitud quedó atemorizada y glorificaba a Dios por haber dado semejante poder a los hombres.







Los saludo con el aprecio y la estima de siempre, a cada uno, a cada familia. Mientras les escribo pienso en los momentos compartidos. Que el rostro de Dios brille en sus días luminosos, como así también en sus noches más oscuras y cerradas. Hasta la próxima.




Titino










Hola a Todos!!!

Gracias a Titino por su reflexión. Yo aprovecho para manguearles unas oraciones, especialmente por el Encuentro Vocacional de los dias 4, 5 y 6 de julio, sabemos los momentos lindos que vivimos ahí. Los queremos recuperar para los Adolescentes y jovenes de hoy.

Esos dias dejo la parroquia y me instalo en Nazaret, no sea que los que participen la pasen muy tranqui si que nadie los moleste, no eso no puede ser, ahí estaré para molestarlos un poco.

Bueno gracias por las oraciones y si hay alguien para invitar también. Comenzamos el 4 a las 9 hs y terminamos el 6 a las 17,30 hs.

Gracias y seguimos unidos, un abrazo.

P. Rubén

jueves, 23 de junio de 2011

Jueves ... Día de Comunidad!!!


Feliz día de comunidad, feliz día de familia

Este lunes pasado, con unos compañeros de trabajo, fuimos a visitar a un ex profesor de nuestro instituto que había sido operado recientemente. El hombre pasa los setenta años, y vive solo, a unos sesenta kilómetros de aquí; en marzo sufrió un accidente por el cual ya lo habían operado; esta vez (en Mayo), lo operaron de algo diferente.

Me llamó la atención su relato acerca de la operación; mencionaba entre otras cosas: “…y, el médico me dijo, mire, nosotros tenemos que abrir y ver qué cosas tenemos que cortar y sacar… si es que se puede. Yo lo escuchaba en silencio… me pusieron anestesia local y cortaron, me hicieron como veinte puntos. Al final de la operación me dijo: qué alegría amigo, mire pude cortar y sacar todo lo que fue necesario, porque sus tejidos están firmes, se nota que tuvo una vida sana y eso es lo que ayudó, a veces no se puede”.

El hombre está repuesto, de pie, entre otras cosas decía: “rejuvenecí veinte años por lo menos, si sabía de esto, me operaba antes. Lo que pasa, según me explicaron los doctores, es que el organismo se va acostumbrando de a poco a andar mal, es decir, el organismo suplanta las fallas que tenemos en nuestro cuerpo haciendo que funcione igual. Y nosotros nos acostumbramos a andar así, mal… hasta que por algún lado nuestro organismo revienta. Tuve que sufrir varios años… si me hubiese hecho atender antes…”

Fin de la historia. No pienso contarles nada del asadaso y los tintos que compartimos de pura alegría nomás.

La prudencia de mi amigo (su sensatez) en el cuidado personal, posibilitaron que los médicos pudieran reconstruir en un cuerpo desgastado por los años, aquello que ya no funcionaba, porque tenía “una base firme”, tenían paredes fuertes donde meter aguja e hilo y reordenar órganos (según le dijeron los médicos). A lo largo de su vida él mantuvo una conducta, sin ningún tipo de desbordes, etc. “Los vientos y las tempestades” soplaron fuerte en la casa de mi amigo… pero la casa no se cayó.

En nuestra vida interior, pasa igual. En algún momento vamos a sufrir los cimbronazos de achaques, de debilidades, pero también de “vientos y tempestades” externos; les puedo asegurar que así ocurrirá. Es bueno estar prevenidos entonces. De tanto en tanto, debemos revisar, chequear nuestras bases, nuestros encadenados y columnas, para no ser sorprendidos por ningún tipo de calamidad… estar firmes cuando ocurra… El Padre Bueno hará el resto en nosotros.



Los dejo con la Palabra.





Libro de Génesis 16,1-12.15-16.

Sarai, la esposa de Abrám, no le había dado ningún hijo. Pero ella tenía una esclava egipcia llamada Agar. Sarai dijo a Abrám: "Ya que el Señor me impide ser madre, únete a mi esclava. Tal vez por medio de ella podré tener hijos". Y Abrám accedió al deseo de Sarai.

Ya hacía diez años que Abrám vivía en Canaán, cuando Sarai, su esposa, le dio como mujer a Agar, la esclava egipcia. El se unió con Agar, y ella concibió un hijo. Al ver que estaba embarazada, comenzó a mirar con desprecio a su dueña. Entonces Sarai dijo a Abrám: "Que mi afrenta recaiga sobre ti. Yo misma te entregué a mi esclava, y ahora, al ver que está embarazada, ella me mira con desprecio. El Señor sea nuestro juez, el tuyo y el mío".

Abrám respondió a Sarai: "Puedes disponer de tu esclava. Trátala como mejor te parezca". Entonces Sarai la humilló de tal manera, que ella huyó de su presencia.

El Angel del Señor la encontró en el desierto, junto a un manantial - la fuente que está en el camino a Sur - y le preguntó: "Agar, esclava de Sarai, ¿de dónde vienes y adónde vas?". "Estoy huyendo de Sarai, mi dueña", le respondió ella.

Pero el Angel del Señor le dijo: "Vuelve con tu dueña y permanece sometida a ella".

Luego añadió: "Yo multiplicaré de tal manera el número de tus descendientes, que nadie podrá contarlos".

Y el Angel del Señor le siguió diciendo: "Tu has concebido y darás a luz un hijo, al que llamarás Ismael, porque el Señor ha escuchado tu aflicción.
Más que un hombre, será un asno salvaje: alzará su mano contra todos y todos la alzarán contra él; y vivirá enfrentado a todos sus hermanos".



Después Agar dio a Abrám un hijo, y Abrám lo llamó Ismael.
Cuando Agar lo hizo padre de Ismael, Abrám tenía ochenta y seis años.




Salmo 106(105),1-5.

¡Aleluya! ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!

¿Quién puede hablar de las proezas del Señor y proclamar todas sus alabanzas?



¡Felices los que proceden con rectitud, los que practican la justicia en todo tiempo!

Acuérdate de mi, Señor, por el amor que tienes a tu pueblo; visítame con tu salvación, para que vea la felicidad de tus elegidos, para que me alegre con la alegría de tu nación y me gloríe con el pueblo de tu herencia.




Evangelio según San Mateo 7,21-29.

No son los que me dicen: 'Señor, Señor', los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

Muchos me dirán en aquel día: 'Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?'. Entonces yo les manifestaré: 'Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal'.

Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca.

Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.

Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena.
Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande".
Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza, porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas.





Como siempre, les deseo lo mejor. Que tengan un buen día. Saludos a la familia. Hasta la próxima.

Titino

jueves, 16 de junio de 2011

Jueves ... Día de comunidad!!!

Feliz día familia.

El Evangelio de hoy no necesita protocolos, ni presentaciones. Es la imagen de todo papá (o mamá, como quieran), intentando enseñar a su hijo a hablar, a comunicarse.

Uds. recordarán a sus hijos, cuando bebés, la mirada que tenían; nos miraban a los ojos, a la cara… y no se cansaban de mirarnos, ni nosotros a ellos. Recuerden a sus hijos… su mirada, su sonrisa. Siempre quise saber qué estarían pensando mis hijos cuando me miraban así.

Esos sonidos guturales y sus dedos señalando a alguna parte, fueron el primer intento de comunicación con nosotros. Y, por supuesto nosotros, intentando decodificar qué es lo que querían, o qué habían dicho…

Luego, sus primeras palabras, y nosotros repitiendo con ellos, siempre mirándolos, intentando que balbuceen su primer “papá” o “mamá”… y luego con el tiempo, articular otras palabras.

Hoy en día es más sencillo, mis hijos me dicen lo que piensan. Incluso aquellas cosas que uno no quiere escuchar: “pá, tenés plata?” (es joda).

Dice San Pablo: “cuando era niño, pensaba como niño y comía como niño” (o algo parecido).

En nuestra vida espiritual, pasa lo mismo que en nuestra vida corporal, nacemos y lo observamos todo… progresivamente comenzamos a comunicarnos con la familia mediante palabras.

Hoy Jesús, nos enseña sus propias palabras como un buen hermano mayor, para dirigirnos al Padre, para entablar esa otra comunicación en la que escuchamos primero, y hablamos después.

Los dejo con la Palabra de hoy.



Carta II de San Pablo a los Corintios 11, 1-11.


¡Ojalá quisieran tolerar un poco de locura de mi parte! De hecho, ya me toleran.



Yo estoy celoso de ustedes con el celo de Dios, porque los he unido al único Esposo, Cristo, para presentarlos a él como una virgen pura. Pero temo que, así como la serpiente, con su astucia, sedujo a Eva, también ustedes se dejen corromper interiormente, apartándose de la sinceridad debida a Cristo.

Si alguien viniera a predicarles otro Jesucristo, diferente del que nosotros hemos predicado, o si recibieran un Espíritu distinto del que han recibido, u otro Evangelio diverso del que han aceptado, ¡ciertamente lo tolerarían! Yo pienso, sin embargo, que no soy inferior a esos que se consideran "apóstoles por excelencia".

Porque, aunque no soy más que un profano en cuanto a la elocuencia, no lo soy en cuanto al conocimiento; y esto lo he demostrado en todo y delante de todos. ¿Acaso procedí mal al anunciarles gratuitamente la Buena Noticia de Dios, humillándome a mí mismo para elevarlos a ustedes? Yo he despojado a otras Iglesias, aceptando su ayuda, para poder servirlos a ustedes.

Y cuando estaba entre ustedes, aunque me encontré necesitado, no fui gravoso para nadie, porque los hermanos que habían venido de Macedonia me proveyeron de lo que necesitaba. Siempre evité serles una carga, y así lo haré siempre.

Les aseguro por la verdad de Cristo que reside en mí, que yo no quiero perder este motivo de orgullo en la región de Acaya. ¿Será acaso porque no los amo? Dios lo sabe.



Salmo 111(110),1-2.3-4.7-8.

¡Aleluya! Doy gracias al Señor de todo corazón, en la reunión y en la asamblea de los justos.


Grandes son las obras del Señor: los que las aman desean comprenderlas.



Su obra es esplendor y majestad, su justicia permanece para siempre.


El hizo portentos memorables, el Señor es bondadoso y compasivo.

Las obras de sus manos son verdad y justicia; todos sus preceptos son indefectibles: están afianzados para siempre y establecidos con lealtad y rectitud.




Evangelio según San Mateo 6,7-15.

Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados.

No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.

Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.

Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido.



No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.



Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes.

Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.



Les deseo a todos un buen día de comunidad. Oremos los unos por los otros. A pesar del silencio de estas semanas, intuyo que debemos redoblar nuestras oraciones de unos por otros. O mejor aún, a medida que leemos el Evangelio de hoy, recemos de todo corazón el Padre Nuestro, pensando en cada uno de los que formamos esta hermosa comunidad nazarena (ni falta hace aclarar que oramos por cada uno de los integrantes de nuestras propias familias también, esposas, hijos… todos conformamos la misma comunidad). En especial, van mis oraciones por todos aquellos que se sienten solos, incomprendidos, cansados, agobiados...
Un fuerte abrazo a todos. Hasta la próxima. Que Dios nos bendiga.


Titino

jueves, 2 de junio de 2011

Jueves ... Día de Comunidad!!!


Feliz día familia! Que tengan un día esplendoroso de comunidad!

Anoche me visitó por segunda vez un viejo amigo. Se está separando de su esposa, después de casi veinte años de matrimonio. No sabe bien el por qué. Pero se lo veía abatido. Me limité a escucharlo. Hoy vendrá una vez más, y creo tener algunas palabras que compartir con él.

Hoy a la mañana, mientras rezaba antes de venir a trabajar, recordé casi sin querer, que hace algunos años atrás (varios), el “Bochi” me invitó a su comunidad para que filmara el casamiento de un amigo, del cual él era el padrino (en aquel tiempo tenía una pequeña filmadora). En un momento del Sermón, el padre (sacerdote) preguntó a los presentes: “¿qué cosa arruina un matrimonio?”, “¿qué es lo que separa a un matrimonio?” (o algo parecido). Eran varias parejas las que regularizaban su estado ante el Altar. Hombres y mujeres contestaban: “la infidelidad”, “el maltrato”, “la falta de comunicación”… “las guampas” (risas), etc.

El sacerdote, se limitaba a decir a cada intervención: “sí, sí, eso también arruina el matrimonio, pero hay algo más”. En un momento dado, concluyó: “en realidad, lo que arruina un matrimonio es… LA RUTINA”. Y se explayó largamente. Me encantó su explicación, pero sería largo de escribir.

También hace algunos años atrás, leí un viejo cuento que recuerdo vagamente, no se si fue Khalil Gibrán el autor, un padre del desierto, Anthony de Mello,… no recuerdo bien. Pero el cuento trataba de lo siguiente: resulta que el diablo enviaba a un santo varón para que decayera en su fe, a sus servidores más fieles, la avaricia, la soberbia, tentaciones de la carne, y todo lo que tenía a mano. Todos los servidores del mal volvían desalentados porque no lograban inquietar a este buen hombre. Con lo cual, reunidas las potestades del infierno se dijeron entre sí: “bueno, como no hay caso, debemos enviar al único que puede lograrlo”, y enviaron a la rutina. Satisfecho de sí el demonio les explicaba a sus camaradas: “la rutina es sigilosa, penetra ahí donde nadie más podrá hacerlo, en la oración, en el trabajo, en ese encuentro diario con su Padre, con sus amigos, con su familia… ja ja. Y ni siquiera se dará cuenta de que su fervor y su amor se irán apagando de a poco”.

Perdonen que no recuerde con total fidelidad el cuento, pero era algo así.

Espero no ser rutinario en mis expresiones de cada jueves. Disculpen si lo que escribo no les mueve un pelo. Ojalá uds. lean siempre con ojos renovados estas pobres líneas que son solamente a modo de introducción de aquellas “otras líneas”, con las que nos sorprende nuestro amado MAESTRO y SEÑOR, jueves tras jueves.



Libro de los Hechos de los Apóstoles 18,1-8.

Después de esto, Pablo dejó Atenas y fue a Corinto. Allí encontró a un judío llamado Aquila, originario del Ponto, que acababa de llegar de Italia con su mujer Priscila, a raíz de un edicto de Claudio que obligaba a todos los judíos a salir de Roma. Pablo fue a verlos, y como ejercía el mismo oficio, se alojó en su casa y trabajaba con ellos haciendo tiendas de campaña.

Todos los sábados, Pablo discutía en la sinagoga y trataba de persuadir tanto a los judíos como a los paganos.

Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó por entero a la predicación de la Palabra, dando testimonio a los judíos de que Jesús es el Mesías.

Pero como ellos lo contradecían y lo injuriaban, sacudió su manto en señal de protesta, diciendo: "Que la sangre de ustedes caiga sobre sus cabezas. Yo soy inocente de eso; en adelante me dedicaré a los paganos".

Entonces, alejándose de allí, fue a lo de un tal Ticio Justo, uno de los que adoraban a Dios y cuya casa lindaba con la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor, junto con toda su familia. También muchos habitantes de Corinto, que habían escuchado a Pablo, abrazaron la fe y se hicieron bautizar.



Salmo 98(97),1-4.

Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria.

El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios.

Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos.


Evangelio según San Juan 16,16-20.

Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver".
Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: "¿Qué significa esto que nos dice: 'Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver'?. ¿Y que significa: 'Yo me voy al Padre'?". Decían: "¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir".

Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: "Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: 'Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver'. Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.





Les deseo todo bien. Que Dios nos bendiga a todos. Saludos a vuestras familias. Un abrazo y hasta la próxima.


Titino