Un Recuerdo Muy Especial!!!

Un recuerdo Muy Especial !!!

2008 - 13 de octubre - 2016


Recordemos en este Sitio muy especialmente a nuestros hermanos que ya partieron para la "Casa del Padre".

Siempre recordaremos sus sonrisas, el buen humor, "las pescas", "los asados", el amor a Dios y el compromiso constante con el hermano necesitado.

Estamos seguros que desde el Cielo ellos interceden ante Dios por cada uno de nosotros, que caminamos esperanzados en encontranos nuevamente para compartir tantos momentos inolvidables.


... German Merlino, Eldo Yoris y Silvio Bejarano ...

Hasta siempre Hermanos!!!!!


jueves, 2 de julio de 2009

Noticias desde Reconquista!!!

El P. Rubén Pagura nos escribió y nos hizo un pedido de acompañamiento a Casa Nazaret, ya que del 13 al 15 de julio se llevará a cabo el tradicional Campamento Vocacional, ya que, por ahora, el mismo sigue en pie para su realización.

El “acompañamiento” solicitado es con la Oración, y a su vez para quienes son de la zona si pueden invitar a jóvenes para participar en el mismo.

“Si a todos nos ayudó Nazaret, prestemos este servicio a los jóvenes de hoy invitándolos y acompañándolos”.

Otra cosa importante, es recordar que para ir a la ciudad de Salto (Uruguay) a los festejos de los 50 años de la llegada de los primeros Pobres Siervos de la Divina Providencia a tierra americana, ya es tiempo de ir anotándose para reservar el lugar.

Se recuerda a todos aquellos que viven en nuestro querido norte santafesino, que los días 8 de cada mes se realiza el encuentro de preparación espiritual de la Familia Calabriana en Nazaret a las 20:00 hs, Con una charla o una Adoración Eucarística y celebración de la Santa Misa. Asimismo, todos los días jueves se realiza la Adoración al Santísimo por esta intención y Las Vocaciones de especial Consagración.

Por último, recordemos muy especialmente en nuestras oraciones e intenciones en estos días, a nuestras Hermanas Pobres Siervas que se encuentran realizando el Capítulo General en Italia, para que el Señor las bendiga y las ilumine en este tiempo tan especial.(Recordemos que podemos seguir las noticias y las fotos de estos acontecimientos en los link de las páginas italiana y brasilera)

Gracias y Un abrazo.

Ficha Bíblica Nº3 Trabajo Práctico

“Les estoy enviando la Ficha Bíblica Nº 3
Espero que la puedan aprovechar y de esa manera seguir nuestro trabajo de renovación espiritual.
Agradecemos una vez más a P. Yiyo por su disponibilidad a ayudarnos a reflexionar”.

P.DANIEL



Introducción
Falta poco para el receso invernal. Para algunos es época de exámenes, para otros, tiempo de encuentros, viajes, compromisos varios.
Para que nadie quede sin hacer algo aquí va otro subsidio. Se trata más de bien de un trabajo práctico, sencillo. Cualquiera lo puede hacer, esté donde esté, sin muchas complicaciones.
En primer lugar va una introducción y luego añado un texto, muy antiguo pero que ilustra bien lo que es para nosotros la palabra de Dios y cuáles son sus mecanismos, cómo se manifiesta, se da a conocer.

Ambientación
Desde que nos levantamos hasta la noche vivimos aturdidos, inundados, arrastrados por palabras y más palabras. Noticias, música, conversaciones, mensajes, reuniones de trabajo, llamados. Voces familiares, voces desconocidas. Palabras que nos invitan a la evasión, otras cargadas de tristezas, de dolor. En medio de todo ese vaivén también nos movemos con la palabra de Dios, alrededor de la Palabra de Dios. Palabra leída, a veces meditada, rezada. Palabra predicada.
No es fácil decir ni medir la incidencia que tiene la Palabra en cada uno de nosotros. Decimos, a veces, sin tanto convencimiento que es alimento. Claro que lo es, aunque no seamos plenamente conscientes de ello. Pero tiene otro sabor cuando la “vemos”, la reconocemos, la “saboreamos”. Y para ello necesitamos también alimentar el deseo de escucharla, de encontrarnos con Dios por medio de la Palabra o algún intermediario que puede ser su servidor, y nos conduzca a El.

Voces de Dios
Nos habla de diferentes maneras, por medio de muchos canales. Antiguamente lo hacía hasta en sueños, nos dice la Biblia. Concordamos que son muchos los modos a través de los cuales Dios nos puede hablar. La mayoría son indirectos. Parece que a Dios le gusta esconderse, casi disfrazarse. Si nos hablara directamente sería mucho más fácil, pero insiste en hacerlo usando intermediarios.
Podríamos hacer una lista larga de algunos de estos canales: un versículo, un comentario, un texto, un acontecimiento personal, algo que me sucedió. Un retiro, un encuentro casual, en el momento más necesario. Cuando son cosas lindas, positivas, afectivas o afectuosas es mucho más fácil. Cuando nos suceden cosas negativas, dolorosas, difíciles es un poco más complicado reconocer, en seguida, la voz de Dios.
Lo que no podemos dudar es lo siguiente: Dios sigue hablando, sigue comunicándose. Cada día, todos los días, siempre.
Esto no es verso, no es decir por decir. Quien lo experimentó, lo dice de otra manera. Lo dice y lo recontradice porque lo vivió. Y por eso insiste y quiere que otros puedan experimentar lo mismo en el caso de que todavía queden dudas o no está del todo convencido.

Dios habla cada día, en situaciones concretas, de maneras insólitas, en momentos y modos menos pensados, a través de santos o a través de algunos que no consideramos tanto así.
Hay épocas en que abundan estas palabras; en otras no tanto, pero habla igual.

Ejercicio
Para ello necesitamos hacer un ejercicio simple, práctico.
Posiblemente nos falte el hábito que nos permita agudizar el oído y los demás sentidos. Hoy abundan los gimnasios, para mantenernos en forma o hacemos algún tipo de ejercicio (caminar, correr, hacer deportes, etc.).
La escucha de la Palabra necesita también algo así. Necesita práctica, ejercicios.

Muchísimos de estos apelos, llamados de Dios, no encuentran receptor. Algunas causas: hay otros ruidos más fuertes, la atención está puesta en otros objetos: mi trabajo, mi estudio, mi pastoral, etc.
El ejercicio es éste. Prestar atención cada día. Comenzar diciendo: “Hoy Dios me va a hablar”; “en algún momento Dios me va a sorprender”; “¿qué sorpresa tendrá hoy Dios para mí?”.
Estando así dispuesto voy viviendo la jornada con normalidad. A la noche, esté donde esté, en la capilla o acostado, puedo repasar el día y hacer el balance. Tampoco hace falta esperar a la noche.
Hay días que suceden cosas raras, extraordinarias. No es difícil encontrar el dedo de Dios. En otras situaciones la cosa se complica.
Hay momentos, incluso, que necesitamos ayuda para ver si hay algo de Dios en tal o cual situación. Necesitamos luces que nos aclaren las cosas. Esa es la tarea del guía espiritual.
Muchas voces de Dios probablemente no llegan por estas distracciones o por obstáculos, filtros que impiden su accionar.
Basta de palabras. Creo que entendieron.

Ultima cosa
Dios tiene, con cada uno, un modo especial, único de comunicarse. Es interesante descubrir cuáles son esos modos que Dios usa conmigo. Tal vez no lo haga siempre. Incluso puede cambiar. No se repite para siempre de la misma manera.
Pero hay momentos en los que Dios me va a decir algo por una vía única, que me llega a mí nomás.


Relato antiguo

Este texto pertenece a la tradición rabínica, es decir, los maestros judíos. La redacción es del año 1300, pero probablemente haya nacido mucho antes. Comentan que fue bien recibida por los primeros Padres de la Iglesia y fue punto clave de referencia durante siglos en la tradición monástica.

“La Torah (para un rabino es la sagrada Escritura) revela una palabra que se deja entrever apartando su velo para volverse a esconder de nuevo. Pero sólo lo hace con los que la conocen y obedecen.
La Torah es como una joven bella y magnífica que está escondida en un cuarto muy oculto de su palacio. Tiene un amor secreto que sólo ella conoce. Él, el enamorado, que la ama profundamente, la busca mirando en todas direcciones por entre el enrejado de la casa. Ella sabe que su amor una y otra vez vuelve al enrejado. Y entonces, ¿qué hace? Entreabre un poquito la puerta de su lejano cuarto y por un instante deja ver su rostro a su amado, para volverlo a ocultar de inmediato. Si alguien acompaña al amado, no puede ni ver ni darse cuenta de nada. Sólo la ve el enamorado, que siente cómo su corazón, su alma, todo su ser se sienten arrastrados por dentro hacia ella, y comprende que por amor se ha abierto para él, porque de él está perdidamente enamorada.
Lo propio de la palabra de la Torah es revelarse sólo a quienes la aman.
La Torah sabe que quien tiene un corazón sabio frecuenta su casa. ¿Y qué hace? Desde dentro del palacio le muestra su rostro y su belleza, pero en seguida vuelve a su aposento y se esconde de nuevo. Los que están allí no ven ni entienden absolutamente nada; sólo él la ve, y su corazón, su alma y todo su ser se sienten seducidos por ella. Así pues, la Torah se revela y esconde a la vez y está ebria de amor por el amado mientras suscita amor dentro de él. Ven y mira, ésta es la senda de la Torah.
Al principio, cuando quiere revelarse a alguien, sólo se deja ver por un instante: y si él no entiende, vuelve a insistir y lo llama con un timbre de voz muy sutil. Al mensajero que envía, le dice la Torah: “A quien perciba este susurro, dile que venga, que quiero hablar con él”. Porque está escrito: “El que es sencillo, que venga a mí”. Ella lo ha dicho y quiere que él entienda.
Cuándo él se acerca, ella empieza a decirle palabras cada vez más claras desde detrás de su velo, y lo prepara para entender. Y así, muy poco a poco, se concibe y nace en él la intuición espiritual.
Y después, por entre un velo de luz, le comunica palabras alegóricas.
Sólo entonces, cuándo él se ha familiarizado con ella, se le muestra cara a cara y le habla de todos los misterios ocultos y de todas las sendas a seguir, porque desde el principio tenía mucho interés en hablarle de estas cosas. Desde ese momento, un hombre así es llamado perfecto y maestro, que es como decir que es esposo de la Torah en el sentido más hondo y riguroso: es el amo de la casa a quien ella comunica todos sus secretos sin excepción alguna. Y le dice: “¿Te das cuenta ahora de todos los misterios que escondía aquel sencillo signo que te di el primer día y cuál era su significado?”. Y entonces él se da cuenta de que a estas palabras no se le puede añadir ni quitar nada y entiende por primera vez el significado de las palabras de la Torah como si estuvieran ahí, ante él. Palabras a las que no se puede añadir ni quitar ni una sílaba, ni una letra”.
Zohar, Mishpatim 99ª-99b (The Zohar traducidos por Harry Sperling y Maurice Simon, Introducción del Dr. J. Abelson, The Soncino Press, London-Jerusalem-New York 1934, III, 301-302).