Un Recuerdo Muy Especial!!!

Un recuerdo Muy Especial !!!

2008 - 13 de octubre - 2016


Recordemos en este Sitio muy especialmente a nuestros hermanos que ya partieron para la "Casa del Padre".

Siempre recordaremos sus sonrisas, el buen humor, "las pescas", "los asados", el amor a Dios y el compromiso constante con el hermano necesitado.

Estamos seguros que desde el Cielo ellos interceden ante Dios por cada uno de nosotros, que caminamos esperanzados en encontranos nuevamente para compartir tantos momentos inolvidables.


... German Merlino, Eldo Yoris y Silvio Bejarano ...

Hasta siempre Hermanos!!!!!


jueves, 20 de septiembre de 2012

Jueves ... Día de Comunidad!!!



Hola familia, feliz día de comunidad.

Estamos en la antesala de la Primavera. En el monasterio, las Carmelitas Descalzas cantaban una bella canción en honor de María Ssma., que dice así: “Los rosales en flor, y los lirios del campo, la rodean como en Primavera…”. Y cuando contemplaba la imagen de María adornada con grandes ramos de flores, la melodía me entraba por los ojos, y se me estrujaba el corazón de gozo.

Pero lo que quiero compartir con uds. en el día de hoy, es otra cosa. Este fin de semana que pasó visitamos (con un colega) a un ex compañero de trabajo a unos setenta kilómetros de aquí. Está postrado en un hospital, con una enfermedad terminal, rodeado del cariño de sus familiares; el hombre es uno de esos cristianos con los que da gusto hablar. Nos decía, entre otras cosas: “alguna vez me mandaron al infierno, por creer en Jesucristo, y otras veces me mandaron más lejos todavía por creer también en la Iglesia. Pero yo no me arrepiento de nada, me siento feliz de haber creído en Dios y en la Iglesia”.

Al regreso, durante el viaje, intercalando opiniones acerca de lo vivido en el hospital, le comentaba a mi colega que cuando yo me encontré por primera vez con Jesús de Nazareth, una de las cosas que me desarmaron por completo fue haberme enterado que El me amaba. Y que me amaba así como era en aquel entonces, y que no me pedía absolutamente nada para amarme. Que me amaba aunque yo no llegara a hacerlo…

Fue esto último lo que le llamó la atención. “¿Así es que Dios me ama sin esperar una respuesta de mi parte?, ¿me ama aunque yo nunca lo haga?” preguntó. “Sí”, fue mi breve respuesta. “Eso sí que no lo sabía. Es la primera vez que lo escucho”, concluyó. Y divisé un brillo especial en su rostro.

Me quedé pensando en sus preguntas. Y me quedo pensando todavía, en todas las personas que habrá por el mundo, que no conocen, no han conocido todavía el amor de Dios por cada uno de nosotros.

Aproveché el viaje para citarle a Benedicto XVI y su encíclica “Deus Cáritas Est”; del amor “Agape”, del amor caridad, del amor gratuito sin condiciones, de Dios Padre por todos nosotros.

En el Evangelio de hoy, vislumbraremos algún destello de las respuestas que da una persona, cuando es, y se siente amada por Dios.

Vayamos a la Palabra.


Carta I de San Pablo a los Corintios 15,1-11. 
Hermanos, les recuerdo la Buena Noticia que yo les he predicado, que ustedes han recibido y a la cual permanecen fieles
Por ella son salvados, si la conservan tal como yo se la anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano. 
Les he trasmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura. 
Fue sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la Escritura. 
Se apareció a Pedro y después a los Doce. 
Luego se apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive aún, y algunos han muerto. 
Además, se apareció a Santiago y de nuevo a todos los Apóstoles. 
Por último, se me apareció también a mí, que soy como el fruto de un aborto. 
Porque yo soy el último de los Apóstoles, y ni siquiera merezco ser llamado Apóstol, ya que he perseguido a la Iglesia de Dios. 
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no fue estéril en mí, sino que yo he trabajado más que todos ellos, aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios que está conmigo. 
En resumen, tanto ellos como yo, predicamos lo mismo, y esto es lo que ustedes han creído

Salmo 118(117),1-2.16ab-17.28. 
¡Aleluya! 
¡Den gracias al Señor, porque es bueno, 
porque es eterno su amor! 
Que lo diga el pueblo de Israel: 
¡es eterno su amor!

la mano del Señor es sublime, 
la mano del Señor hace proezas". 
No, no moriré: viviré 
para publicar lo que hizo el Señor

Tú eres mi Dios, y yo te doy gracias; 
Dios mío, yo te glorifico. 

Evangelio según San Lucas 7,36-50. 
Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la mesa. 
Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume. 
Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume. 
Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: "Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!". 
Pero Jesús le dijo: "Simón, tengo algo que decirte". "Di, Maestro!", respondió él. 
"Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta. 
Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos lo amará más?". 
Simón contestó: "Pienso que aquel a quien perdonó más". Jesús le dijo: "Has juzgado bien". 
Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. 
Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entré, no cesó de besar mis pies. 
Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies. 
Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor". 
Después dijo a la mujer: "Tus pecados te son perdonados". 
Los invitados pensaron: "¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los pecados?". 
Pero Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado, vete en paz". 



Los saludo con el aprecio de siempre, deseándoles lo mejor. Que Dios nos bendiga junto a nuestros seres queridos. Un abrazo y hasta la próxima.

Titino