Un Recuerdo Muy Especial!!!

Un recuerdo Muy Especial !!!

2008 - 13 de octubre - 2016


Recordemos en este Sitio muy especialmente a nuestros hermanos que ya partieron para la "Casa del Padre".

Siempre recordaremos sus sonrisas, el buen humor, "las pescas", "los asados", el amor a Dios y el compromiso constante con el hermano necesitado.

Estamos seguros que desde el Cielo ellos interceden ante Dios por cada uno de nosotros, que caminamos esperanzados en encontranos nuevamente para compartir tantos momentos inolvidables.


... German Merlino, Eldo Yoris y Silvio Bejarano ...

Hasta siempre Hermanos!!!!!


lunes, 25 de abril de 2011

Mensaje del Casante para la Pascua 2011


“… Pero Dios lo resucitó de la muerte y se apareció durante muchos días a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén. Ellos son hoy sus testigos ante el pueblo. Y nosotros, les anunciamos a ustedes esta Buena Noticia: la promesa que Dios hizo a nuestros padres fue cumplida por él a sus descendientes, que somos nosotros, resucitando a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy...” (Hech 13, 30-33).

Queridos hermanos y hermanas de la Familia Calabriana,

la paz, el amor y la alegría de Cristo resucitado esté y permanezca siempre en nuestros corazones.

Se aproxima la Pascua y me nace en el corazón el deseo de desearles a todos ustedes con esta carta una Buena y Santa Pascua.

La Pascua es la solemnidad mas importante de la Iglesia, centro y culmen de nuestra vida cristiana, porque en ella celebramos el misterio de Amor de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jescristo. En Cristo resucitado de la muerte se fundamenta nuestra fe, se justifica nuestra esperanza y se legitima nuestra caridad. Es la solemnidad que nos invita a experimentar la alegría de la vida, del renacer como verdaderos hijos del Padre que en Jesucritso nos da vida nueva.

Comienzo mi reflexión con el discurso de San Pablo del Libro de los Hechos, citado al comienzo. La verdad que celebramos es que “Dios ha resucitado a Jesús de la muerte”. ¡Cristo verdaderamente ha resucitado y vive en medio nuestro! Resuene hoy en nuestro corazón y en cuantos padecen sufrimientos y tristezas la certeza de la resurrección. Hagámosle un espacio a la verdadera felicidad, aquella que viene de Dios Padre. Es el Padre que por medio de su único Hijo ha vencido a la muerte y nos ha abierto el camino a la vida eterna a la luz del Espíritu para renacer y ser renovados en su amor. Cada dolor y cada cruz se transforman y me transforman cada vez mas semejante a Cristo.

El testimonio de la resurrección ha llegado a nosotros a traves de aquellos que han sido testigos de la misma, “y estos ahora son testimonios de El delante del pueblo”. Estos testigos han hecho su camino de fe para reconcer al Señor presente y vivo en medio de ellos. Pienso en el desconcierto de Pedro que va al sepulcro y lo encuentra vacío... en Juan el discípulo amado que ve y cree, pues reconoce a Jesús cuando aparece en la pesca milagrosa en el lago y exclama: “es el Señor”... en María Magdalena que reconce al Señor mientras lloraba y lo buscaba muerto... en los discípulos de Emaús que al en camino les arde el corazón mientras escuchan la palabra y lo reconocen en la fracción del pan... en Tomás que en su incredulidad lo reconoce como su Señor y su Dios... De la experiencia de la resurrección se necesita partir para encontar al Señor, para poder reconocerlo en nuestra vida cotidiana, en las varias situaciones que vivimos cada día. Para poder encontrarlo en la Eucaristía, en la Palabra, en la Iglesia, en los pobres, en los que sufren.

Reconocerlo para anunciarlo con la alegría de haberlo visto y encontrado, sin tener miedo de hablar de Él; al contrario, con el fuego de la caridad que nos lleva a anunciarlo con coraje a este mundo que se aleja cada vez más de Él.

Con la resurrección de Cristo, el Padre ha cumplido la promesa para nosotros sus hijos, porque somos hijos en el Hijo amado. “Tu eres mi hijo, hoy yo te he engendrado”. La tansformación que produce la resurrección es de ser hijos amados del Padre y la llamada a vivir esta dimensión y vocación fundamental de nuestra vida. En nuestras noches oscuras, en la precariedad de nuestra vida, en las fatigas cotidanas, Cristo el Hijo amado vive en medio nuestro y nos llama a una comunión de amor con Él. La transformación del corazón, el discernimiento, la oración, la vida interior nos ayudan a vivir la presencia de Cristo para echar las redes en las elecciones cotidianas y volvernos así auténticos hijos del Padre y discípulos de su Hijo Jesús. La resurrección es vivir el bautismo en su máxima consecuencia. Hemos sido sepultados con Cristo, en su muerte debemos renacer con Él a la vida nueva.

Es esta experiencia de la resurrección de Cristo podemos abrirnos a la vida nueva que es luz y amor que da sentido a nuestro vivir y a nuestras cruces cotidianas. ¿Y vos hermano y hermana, como reconcés a Cristo resucitado en tu vida? ¿Cómo lo vivís en las diversas situaciones dado que está resucitado y vivo en medio nuestro? Pienso que haya un único camino, aquel que han vivido tantos santos a lo largo de la historia y que don Calabria nos ha enseñado a todos nosotros miembros de la familia calabriana. Por eso me parecen actuales sus palabras: “La santa Pacua, resurrección de Cristo, nos llama a renovarnos en el espíritu. Sea una fiesta de verdadero renacimiento “en novedad de vida”, en la gracia y en el amor de Cristo. Así serán sus ministros de paz y de bondad en medio del mundo, difundirán su luz de verdad y de santidad y ayudarán a la renovación de los hermanos que encontrarán en su camino”. (FRATELLI ESTERNI * 9147 Verona, 6-4-1947 Pasqua). “Nosotros, en este día, debemos resurgir con Jesucristo, y esta nuestra resurrección espiritual debe ser, oh mis hermanos, una verdadera resurrección, no solo de palabras, sino de hechos; no solamente una resurrección del momento, del fervor, y luego volver a ser los mismos, sino una resurrección estable, completa... nuestra mirada sea a Jesús resucitado. Y a ejemplo de su resurrección modelemos la nuestra... Jesucristo ha resucitado, y ha resucitado para no morir más: también nosotros en este día hemos resucitado a la gracia, hagamos de todo para no morir espiritualmente” (VANG. FEST. * 3851 Surrexit (Mar. XVI, 6). Esordio).

Queridos hermanos y hermanas, mi particular invitación en esta Pascua es a vivir una vida radicada y centrada en Cristo resucitado y en Él no tener miedo de afrontar las dificultades de la vida cotidiana porque Él está vivo en medio nuestro. Nuestra mirada esté fija en Jesús resucitado que cada día encontramos en su Palabra, en la Eucaristía, en la oración,en los pobres, en las personas vecinas. Dónanos Señor una gran fe y el coraje de abandonarnos en Tí y testimoniar al mundo que Tú estás vivo y resucitado y en Tí encontramos la vida en plenitud.
Que la Virgen María al pie de la Cruz de Su Hijo nos enseñe el camino para ser cercanos a las personas que sufren, para vivr la alegría de la Resurrección con la esperanza de la vida nueva en el Amor eterno que Jesús nos dona con Su Pasión, muerte y Resurrección.

Buena y Santa Pascua!

Los benidgo a todos con el corazón y los recuerdo en mi oración con gran afecto para que el Amor de Cristo resucitado renueve nuestros corazones, nuestras mentes y mueva nuestra voluntad para ser testimonios de Su Resurrección en el mundo.

Fraternalmente en Cristo Resucitado

P. Miguel Tófful