Un Recuerdo Muy Especial!!!

Un recuerdo Muy Especial !!!

2008 - 13 de octubre - 2016


Recordemos en este Sitio muy especialmente a nuestros hermanos que ya partieron para la "Casa del Padre".

Siempre recordaremos sus sonrisas, el buen humor, "las pescas", "los asados", el amor a Dios y el compromiso constante con el hermano necesitado.

Estamos seguros que desde el Cielo ellos interceden ante Dios por cada uno de nosotros, que caminamos esperanzados en encontranos nuevamente para compartir tantos momentos inolvidables.


... German Merlino, Eldo Yoris y Silvio Bejarano ...

Hasta siempre Hermanos!!!!!


jueves, 29 de julio de 2010

Hola muchachos,

Feliz día de comunidad!


Perdonen el retraso de la semana pasada, se me complicó, pero recé por todos nosotros. Uds. firmes, no?

A veces me preocupo porque no me surgen ideas claras para escribirles, pero les cuento algo, comienzo a entender que: NO IMPORTAN MIS IDEAS, lo que importa es la voz del Señor, importa lo que él quiere decirnos a cada uno de nosotros.

A mí, en lo personal, me está pidiendo fidelidad en la transmisión de su mensaje. No me mal interpreten: no soy visionario, no se me ha aparecido un ángel, ni tengo ningún don especial… etc. Que quede bien claro! Y tampoco me tomé un vino… todavía.

Uds. habrán visto que les envío jueves a jueves un extracto de las lecturas del día. Bueno, selecciono sólo aquello que me parece que es su voz para nosotros. Y creo también, que El quiere decirnos algo no solamente por mí, creo que El habla a través nuestro, a través de cada uno de los que formamos los “Nazarenos boys”, como me escribió Osvaldo la semana pasada, nos quiere decir algo utilizando otras voces (en este caso, otros escritores). Me parece que, en la medida que percibamos interiormente esa voz, deberíamos transmitirla también.

Y, ¿si esa voz nos sugiere compartir el paso del Señor por nuestra vida? Al hacerlo, estaríamos dando testimonio de El.

Me parece que la gran mayoría tenemos los mails de todos, ¿no? Habrá que actualizarse en todo caso. Sé que hay muchachos que todavía no tienen mail, se me vienen a la memoria Carlos López y Antonio Pérez, y me parece que hay unos cuantos más. Bueno, será cuestión que alguien imprima la hoja de los jueves y se las alcance, para que sepa que estamos comunicados no solo en el espíritu.

Miren, si nos cuesta reunirnos por los horarios, las distancias, el trabajo, etc. etc. podemos hacerlo igualmente todos los jueves… “virtualmente”, por medio de los mails, ¿no les parece? Sólo nos llevará unos pocos minutos semanales. Digo mails porque por celular, en mi caso, tengo algunos inconvenientes… y pronto les enviaré un número nuevo. Si se les ocurre alguna otra cosa, avisen.

Bueno, basta de palabras. Vayamos a lo nuestro, a lo central: la voz del Maestro. Él nos dice hoy:


“Yo soy la Resurrección.

El que cree en mí,

aunque muera,

vivirá.

El que vive por la fe en mí,

no morirá para siempre.

¿Crees esto?” (Jn. 11, 25)

Les deseo un feliz día de comunidad. Un abrazo grande, y que Dios los bendiga. Hasta la próxima.


Titino

martes, 20 de julio de 2010

FELIZ DIA DEL AMIGO!!!

Comentario de las lecturas de la liturgia eucarística del domingo IV de la Cuaresma hecho por el padre Raniero Cantalamessa OFM Cap., predicador de la Casa Pontificia, publicado por ZENIT


IV Domingo de Cuaresma B (2 Crónicas 36, 14-16. 19-23; Efesios 2, 4-10; Juan 3, 14-21)


¡Tanto amó Dios al mundo!

En el Evangelio de este domingo encontramos una de las frases absolutamente más bellas y consoladoras de la Biblia: «Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna».

Para hablarnos de su amor, Dios se ha servido de las experiencias de amor que el hombre tiene en el ámbito natural. Dante dice que en Dios existe, como atado en un único volumen, «lo que en el mundo se desencuaderna». Todos los amores humanos –conyugal, paterno, materno, de amistad-- son páginas de un cuaderno, o chispas de un incendio, que tiene en Dios su fuente y plenitud.

Ante todo Dios, en la Biblia, nos habla de su amor a través de la imagen del amor paterno. El amor paterno está hecho de estímulo, de impulso. El padre quiere hacer crecer al hijo, empujándole a que dé lo mejor de sí. Por ello difícilmente un padre alabará al hijo incondicionalmente en su presencia. Teme que se crea cumplido y no se esfuerce más. Un rasgo del amor paterno es también la corrección. Pero un verdadero padre es asimismo aquel que da libertad, seguridad al hijo, que le hace sentirse protegido en la vida. He aquí por qué Dios se presenta al hombre, a lo largo de toda la revelación, como su «roca y baluarte», «fortaleza siempre cerca en las angustias».

Otras veces Dios nos habla con la imagen del amor materno. Dice: «¿Acaso olvida una mujer a su niño, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas llegasen a olvidar, yo no te olvido» (Is 49, 15). El amor de la madre está hecho de acogida, de compasión y de ternura; es un amor «entrañable». Las madres son siempre un poco cómplices de los hijos y con frecuencia deben defenderles e interceder por ellos ante el padre. Se habla siempre del poder de Dios y de su fuerza; pero la Biblia nos habla también de una debilidad de Dios, de una impotencia suya. Es la «debilidad» materna.

El hombre conoce por experiencia otro tipo de amor, el amor esponsal, del cual se dice que es «fuerte como la muerte» y cuyas llamas «son flechas de fuego» (Ct 8, 6). Y también a este tipo de amor ha recurrido Dios para convencernos de su apasionado amor por nosotros. Todos los términos típicos del amor entre hombre y mujer, incluido el término «seducción», son empleados en la Biblia para describir el amor de Dios por el hombre.

Jesús llevó a cumplimiento todas estas formas de amor, paterno, materno, esponsal (¡cuántas veces se ha comparado a un esposo!); pero les añadió otra: el amor de amistad. Decía a sus discípulos: «No os llamo ya siervos... a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer» (Jn 15, 15).

¿Qué es la amistad? La amistad puede constituir un vínculo más fuerte que el parentesco mismo. El parentesco consiste en tener la misma sangre; la amistad en tener los mismos gustos, ideales, intereses. Nace de la confidencia, esto es, del hecho de que confío a otro lo más íntimo y personal de mis pensamientos y experiencias.

Ahora: Jesús explica que nos llama amigos, porque todo lo que él sabía de su Padre celestial nos lo ha dado a conocer, nos lo han confiado. ¡Nos ha hecho partícipes de los secretos de familia de la Trinidad! Por ejemplo, del hecho de que Dios prefiere a los pequeños y a los pobres, de que nos ama como un papá, de que nos tiene preparado un lugar. Jesús da a la palabra «amigos» su sentido más pleno.

¿Qué debemos hacer después de haber recordado este amor? Algo sencillísimo: creer en el amor de Dios, acogerlo; repetir conmovidos, con San Juan: «¡Nosotros hemos creído en el amor que Dios nos tiene!» (1 Juan 4, 16).










domingo, 18 de julio de 2010

Jueves ... Día de la Comunidad!!!

Jueves 15 de julio de 2010

Que tál muchachos, feliz día de comunidad.

No tenía pensado escribirles. Hoy le pedí a Dios que me confirmara de alguna manera si debo seguir enviándoles mensajes los días jueves, porque a veces me parece que es cosa mía nada más. Así es que mi oración de la mañana por uds. incluyó también pedirle al Señor una orientación en este sentido.

Miren, qué les puedo decir, recién nomás (faltando pocos minutos para irme a casa) me envió uno de esos tantos “ángeles” que él usa a menudo para animarme en mis momentos de dudas y penas (esta vez, un compañero de trabajo, catequista, de la Legión de María), quién de la nada, primero me preguntó si había cumplido mi misión de los jueves; le dije que nó… y ahí nomás me leyó de la 2º carta de Timoteo, 4, 1-5. Y me exhortó vivamente a cumplir mi tarea. Si la leen me van a entender… creo también que es para uds.

Así es que, no tengo excusas, ni me puedo negar, perdonen si molesto, … pero no tengo alternativas. Esto, lo dice el Señor:

Evangelio según San Mateo 11,28-30.
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.
Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.
Porque mi yugo es suave y mi carga liviana".

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.


Les mando un abrazo grande. Les deseo lo mejor. Rezo por Uds. y sus familias. Oren, oremos los unos por los otros. Hasta la próxima.

Titino

lunes, 12 de julio de 2010

Entre Nosotros Nº 155

Invitamos a todos a leer la publicación del "Entre Nosotros Nº 155" correspondiente al día de hoy, 12 de julio de 2010, que se encuentra en este blog, en un link especial identificado con una imagen de Don Calabria, en el margen izquierdo.

domingo, 11 de julio de 2010

Sobre el bien inalterable del matrimonio y la familia


Declaración de la 99ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (20 de abril de 2010)



Al pueblo de Dios y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

1. Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (cf. 1 Tm 2,4). Por eso estableció con el hombre un diálogo de salvación, que culminó en el encuentro con Jesucristo, Señor nuestro y compañero de camino. La Iglesia está llamada a extender este diálogo a la convivencia humana. El diálogo para ser fecundo debe ser claro, afable, sencillo y confiado. Todo esto lleva implícito el respeto a la persona que vive, siente y piensa de un modo diferente. Todos estamos llamados al amor de Dios. La claridad del diálogo exige un discernimiento en orden a reconocer la verdad, sobre la cual los pastores no podemos callar. Esto no supone menosprecio ni discriminación.



2. El ser humano ha sido creado a imagen de Dios. Esta imagen se refleja no sólo en la persona individual, sino que se proyecta en la complementariedad y reciprocidad del varón y la mujer, en la común dignidad, y en la unidad indisoluble de los dos, llamada desde siempre matrimonio. El matrimonio es la forma de vida en la que se realiza una comunión singular de personas, y ella otorga sentido plenamente humano al ejercicio de la función sexual. A la naturaleza misma del matrimonio pertenecen las cualidades mencionadas de distinción, complementariedad y reciprocidad de los sexos, y la riqueza admirable de su fecundidad. El matrimonio es un don de la creación. No hay una realidad análoga que se le pueda igualar. No es una unión cualquiera entre personas; tiene características propias e irrenunciables, que hacen del matrimonio la base de la familia y de la sociedad. Así fue reconocido en las grandes culturas del mundo. Así lo reconocen los tratados internacionales asumidos en nuestra Constitución Nacional (cf. art. 75, inc. 22). Así lo ha entendido siempre nuestro pueblo.



3. Corresponde a la autoridad pública tutelar el matrimonio entre el varón y la mujer con la protección de las leyes, para asegurar y favorecer su función irreemplazable y su contribución al bien común de la sociedad. Si se otorgase un reconocimiento legal a la unión entre personas del mismo sexo, o se las pusiera en un plano jurídico análogo al del matrimonio y la familia, el Estado actuaría erróneamente y entraría en contradicción con sus propios deberes al alterar los principios de la ley natural y del ordenamiento público de la sociedad argentina.



4. La unión de personas del mismo sexo carece de los elementos biológicos y antropológicos propios del matrimonio y de la familia. Está ausente de ella la dimensión conyugal y la apertura a la transmisión de la vida. En cambio, el matrimonio y la familia que se funda en él, es el hogar de las nuevas generaciones humanas. Desde su concepción, los niños tienen derecho inalienable a desarrollarse en el seno de sus madres, a nacer y crecer en el ámbito natural del matrimonio. En la vida familiar y en la relación con su padre y su madre, los niños descubren su propia identidad y alcanzan la autonomía personal.



5. Constatar una diferencia real no es discriminar. La naturaleza no discrimina cuando nos hace varón o mujer. Nuestro Código Civil no discrimina cuando exige el requisito de ser varón y mujer para contraer matrimonio; sólo reconoce una realidad natural. Las situaciones jurídicas de interés recíproco entre personas del mismo sexo pueden ser suficientemente tuteladas por el derecho común. Por consiguiente, sería una discriminación injusta contra el matrimonio y la familia otorgar al hecho privado de la unión entre personas del mismo sexo un estatuto de derecho público.



6. Apelamos a la conciencia de nuestros legisladores para que, al decidir sobre una cuestión de tanta gravedad, tengan en cuenta estas verdades fundamentales, para el bien de la Patria y de sus futuras generaciones.



7. En este clima pascual, y al iniciar el sexenio 2010-2016 del Bicentenario de la Patria, exhortamos a nuestros fieles a orar intensamente a Dios Nuestro Señor para que ilumine a nuestros gobernantes y especialmente a los legisladores. Les pedimos también que no vacilen en expresarse en la defensa y promoción de los grandes valores que forjaron nuestra nacionalidad y constituyen la esperanza de la Patria.



99ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina
Pilar, El Cenáculo, 20 de abril de 2010


Convocatoria Nacional: “Los chicos tenemos derecho a mamá y papá”

En la Plaza del Congreso Nacional el martes 13 de julio.

viernes, 9 de julio de 2010

Carta del Cardenal Bergoglio



A LAS MONJAS CARMELITAS DE BUENOS AIRES

Carta del cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires a las Monjas Carmelitas de la arquidiócesis de Buenos Aires (22 de junio de 2010)


Queridas hermanas:

Les escribo estas líneas a cada una de Ustedes que están en los cuatro Monasterios de Buenos Aires. El pueblo argentino deberá afrontar, en las próximas semanas, una situación cuyo resultado puede herir gravemente a la familia. Se trata del proyecto de ley sobre matrimonio de personas del mismo sexo.

Aquí está en juego la identidad, y la supervivencia de la familia: papa, mamá e hijos. Está en juego la vida de tantos niños que serán discriminados de antemano privándolos de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y una madre. Está en juego un rechazo frontal a la ley de Dios, grabada además en nuestros corazones.

Recuerdo una frase de Santa Teresita cuando habla de su enfermedad de infancia. Dice que la envidia del Demonio quiso cobrarse en su familia la entrada al Carmelo de su hermana mayor. Aquí también está la envida del Demonio, por la que entró el pecado en el mundo, que arteramente pretende destruir la imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el mandato de crecer, multiplicarse y dominar la tierra. No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una “movida” del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios.

Jesús nos dice que, para defendernos de este acusador mentiroso, nos enviará el Espíritu de Verdad. Hoy la Patria, ante esta situación, necesita de la asistencia especial del Espíritu Santo que ponga la luz de la Verdad en medio de las tinieblas del error; necesita de este Abogado que nos defienda del encantamiento de tantos sofismas con que se busca justificar este proyecto de ley, y que confunden y engañan incluso a personas de buena voluntad.

Por esto recurro a Ustedes y les pido oración y sacrificio, las dos armas invencibles que confesaba tener Santa Teresita. Clamen al Señor para que envíe su Espíritu a los Senadores que han de dar su voto. Que no lo hagan movidos por el error o por situaciones de coyuntura sino según lo que la ley natural y la ley de Dios les señala. Pidan por ellos, por sus familias; que el Señor los visite, los fortalezca y consuele. Pidan para que ellos hagan un gran bien a la Patria.

El proyecto de ley se tratará en el Senado después del 13 de julio. Miremos a San José. A María, al Niño y pidamos con fervor que ellos defiendan a la familia argentina en este momento. Recordémosle lo que Dios mismo dijo a su pueblo en un momento de mucha angustia: “esta guerra no es vuestra sino de Dios”. Que ellos nos socorran, defiendan y acompañen en esta guerra de Dios.

Gracias por lo que harán en esta lucha por la Patria. Y, por favor, les pido también que recen por mí. Que Jesús las bendiga y la Virgen Santa las cuide.

Afectuosamente,

Card. Jorge Mario Bergoglio s.j., arzobispo de Buenos Aires