Feliz día de comunidad, hermano!
Nos vamos acercando a la Navidad. Quién lo diría. Un año más.
La Iglesia nos invita a hacer un alto en nuestra caminata diaria, y preparar nuestro corazón y nuestro espíritu, para recibir al Niño de Nazareth. Este Niño-Dios viene a liberarnos de toda atadura, enfermedad, apego, penas, sinsabores, oscuridades, males...
En la Lectura propuesta para el día de hoy, del libro del profeta Daniel (6, 12-28), me llaman la atención algunos versículos,… son éstos:
“Tu Dios, a quien sirves con perseverancia, te va a librar”.
“… siervo del Dios vivo, ¿ha podido salvarte de los leones tu Dios, a quien veneras fielmente?”
… El es el Dios vivo, que permanece para siempre. Su reino no será destruido, su imperio durará hasta el fin. El salva y libra, obra prodigios y señales en el cielo y en la tierra...”
Y, en el Evangelio (Lc. 21, 20-28), resuena con fuerza la propia voz de Jesús:
“… pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación”.
De corazón, te deseo todo bien, junto a tu flía.
Un abrazo, y hasta el jueves próximo, si Dios quiere.
Titino.
Nos vamos acercando a la Navidad. Quién lo diría. Un año más.
La Iglesia nos invita a hacer un alto en nuestra caminata diaria, y preparar nuestro corazón y nuestro espíritu, para recibir al Niño de Nazareth. Este Niño-Dios viene a liberarnos de toda atadura, enfermedad, apego, penas, sinsabores, oscuridades, males...
En la Lectura propuesta para el día de hoy, del libro del profeta Daniel (6, 12-28), me llaman la atención algunos versículos,… son éstos:
“Tu Dios, a quien sirves con perseverancia, te va a librar”.
“… siervo del Dios vivo, ¿ha podido salvarte de los leones tu Dios, a quien veneras fielmente?”
… El es el Dios vivo, que permanece para siempre. Su reino no será destruido, su imperio durará hasta el fin. El salva y libra, obra prodigios y señales en el cielo y en la tierra...”
Y, en el Evangelio (Lc. 21, 20-28), resuena con fuerza la propia voz de Jesús:
“… pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación”.
De corazón, te deseo todo bien, junto a tu flía.
Un abrazo, y hasta el jueves próximo, si Dios quiere.
Titino.