Un Recuerdo Muy Especial!!!

Un recuerdo Muy Especial !!!

2008 - 13 de octubre - 2016


Recordemos en este Sitio muy especialmente a nuestros hermanos que ya partieron para la "Casa del Padre".

Siempre recordaremos sus sonrisas, el buen humor, "las pescas", "los asados", el amor a Dios y el compromiso constante con el hermano necesitado.

Estamos seguros que desde el Cielo ellos interceden ante Dios por cada uno de nosotros, que caminamos esperanzados en encontranos nuevamente para compartir tantos momentos inolvidables.


... German Merlino, Eldo Yoris y Silvio Bejarano ...

Hasta siempre Hermanos!!!!!


jueves, 29 de marzo de 2012

Jueves ... Día de Comunidad!!!


Jueves de la quinta semana de Cuaresma


Hola familia, feliz día de comunidad!



Hace más de veinte años atrás, leí de un tal Imre Balint (creo que era húngaro), el relato de lo que a él mismo le sucedió cuando era un soldado en plena guerra en Europa, y me quedó grabado en la memoria.

Los soldados habían recorrido muchos kilómetros y se encontraban sedientos y famélicos. Revisaban minuciosamente cada ciudad, cada lugar, en busca del enemigo. Y su sorpresa fue grande cuando encontraron un galpón lleno de alimentos, hasta el techo. Pero tenían una orden: “no tocar nada hasta que los superiores lo autoricen”. El hambre casi podía más que ellos, pero era una orden y había que obedecer.

Vinieron los superiores, se tomaron su tiempo revisando, y luego dijeron a los soldados: “lamentamos comunicarles, que los alimentos están envenenados”.

El propio autor del relato reflexionaba: “…la obediencia a aquella orden recibida nos salvó la vida ese día”.

Fue más o menos así, no pretendan que me acuerde minuciosamente… ya tengo mis años.


El padre Jozo, de Medjugorje, relataba que conocía el rostro de las madres que han perdido un hijo en la guerra, ya que le tocó vivir en persona estos duros acontecimientos durante el conflicto de Servios y Croatas, en la antigua Yugoslavia. Eran rostros sufrientes.

Sin embargo, pudo él vislumbrar el semblante de María, con una tristeza infinitamente superior. Y al preguntarle a ella, el por qué de aquella tristeza, recibió de María esta respuesta: “Porque mis hijos han olvidado la Palabra de Dios”.


La lectura del Evangelio de ayer comienza con estos versículos: “Si ustedes permanecen fieles a mi Palabra, serán verdaderamente mis discípulos: conocerán la verdad y la verdad los hará libres” (Jn. 8, 31).

La lectura de hoy dice así: “Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá jamás”. (Jn. 8, 51).


Ustedes saben, que cada jueves, lo único que hago al escribirles, es hacer una breve presentación de las lecturas del día. Porque lo verdaderamente sustancioso, lo que nos dá vida, lo más importante de todo, es la Palabra de nuestro Señor. Nuestra fidelidad a ella, hará la diferencia en la vida. Vayamos a su encuentro en las lecturas de hoy.



Libro de Génesis 17,3-9.

Abrám cayó con el rostro en tierra, mientras Dios le seguía diciendo:
"Esta será mi alianza contigo: tú serás el padre de una multitud de naciones.
Y ya no te llamarás más Abrám: en adelante tu nombre será Abraham, para indicar que yo te he constituido padre de una multitud de naciones.
Te haré extraordinariamente fecundo: de ti suscitaré naciones, y de ti nacerán reyes.
Estableceré mi alianza contigo y con tu descendencia a través de las generaciones. Mi alianza será una alianza eterna, y así yo seré tu Dios y el de tus descendientes.
Yo te daré en posesión perpetua, a ti y a tus descendientes, toda la tierra de Canaán, esa tierra donde ahora resides como extranjero, y yo seré su Dios".
Después, Dios dijo a Abraham: "Tú, por tu parte, serás fiel a mi alianza; tú, y también tus descendientes, a lo largo de las generaciones.


Salmo 105(104),4-5.6-7.8-9.


¡Recurran al Señor y a su poder,
busquen constantemente su rostro;
recuerden las maravillas que él obró,
sus portentos y los juicios de su boca!

Descendientes de Abraham, su servidor,
hijos de Jacob, su elegido:
el Señor es nuestro Dios,
en toda la tierra rigen sus decretos.

El se acuerda eternamente de su alianza,
de la palabra que dio por mil generaciones,
del pacto que selló con Abraham,
del juramento que hizo a Isaac:


Evangelio según San Juan 8,51-59.


“Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá jamás”.
Los judíos le dijeron: "Ahora sí estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió, los profetas también, y tú dices: 'El que es fiel a mi palabra, no morirá jamás'.
¿Acaso eres más grande que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?".
Jesús respondió: "Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. Es mi Padre el que me glorifica, el mismo al que ustedes llaman 'nuestro Dios',
y al que, sin embargo, no conocen. Yo lo conozco y si dijera: 'No lo conozco', sería, como ustedes, un mentiroso. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra.
Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de gozo, esperando ver mi Día: lo vio y se llenó de alegría".
Los judíos le dijeron: "Todavía no tienes cincuenta años ¿y has visto a Abraham?".
Jesús respondió: "Les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy".
Entonces tomaron piedras para apedrearlo, pero Jesús se escondió y salió del Templo.






(Este domingo 25/3 nos reunimos los nazarenos en la Casa Sagrado Corazón. Lo que figura a continuación es el relato de Víctor Hugo, de lo vivido aquel día. No tiene desperdicios)



« El domingo pasado por la tarde, después de tanto tiempo, desandé un viejo camino de mi infancia, el mismo que hiciera tantas veces para jugar a la pelota cuando era niño y monaguillo, y que posteriormente se convirtiera en el camino para los encuentros de grupos de adolescentes y de jóvenes, y que sembraran en mi interior un profundo deseo de encontrarme con el Señor y preguntarle como los discípulos de Juan: Señor, ¿dónde moras?; y que finalmente me llevaran a cuestionarme muy profundamente si El me estaba pidiendo algo más, y me guiaran a nuestra querida Casa Nazaret.

Al llegar a la calle Achéga de González Catán, encontré al Colegio Centro San José un poco cambiado del recuerdo que guardaba en mi mente, pero como siempre el bullicio de los chicos y jóvenes jugando. Ingresé por el sendero arbolado que conduce a la Casa Sagrado Corazón y al final del camino pude visualizar dos figuras muy queridas para todos nosotros: La imagen de Don Calabria … y sentado en un banco a un Hermano Nazareno. Entre nosotros, y espero que me guarden el secreto, yo creo que estaban conversando! …. y también creo que … no eran los únicos que me estaban esperando en ese lugar!

Siempre es lindo volver a Casa!!! Y más cuando se trata de una Casa de Don Calabria …. Se respira, se siente, se palpa … que su Dueño está ahí y nos recibe con los brazos abiertos!.

Después vimos llegar a la Comunidad del Sagrado Corazón que volvían de unos días de retiro y fue muy lindo saludarlos, charlar un rato sobre nuestro presente y recordar viejas anécdotas.

De a poco llegaron dos Hermanos Nazarenos más y comenzamos nuestro encuentro. Conversamos, tomamos mate, degustamos una palmerita …(una galletita) .. una sola … pero era enorme!. Y nos adentramos en la Palabra del Santo Evangelio de ese Domingo. Rezamos por todos y cada uno de los Nazarenos y sus familias.

Y nos fuimos. Al despedirnos nos acordamos que era 25 de marzo, Fiesta de la Anunciación, aunque se celebraría el día siguiente por ser domingo, pero que en Casa Nazaret era su Día de Fiesta!!! Por algo el Señor nos había juntado justo este domingo!

Y nos fuimos … cada uno a su casa, …. con la noche que caía sobre nosotros y nos invitaba a adentrarnos a la intimidad del hogar …. Mientras escuchábamos en el interior de la Casa a la Comunidad cantando los Salmos de Vísperas adorando a nuestro Señor.

Hasta el próximo encuentro!!!»



Que Dios nos bendiga a todos.


Titino