Un Recuerdo Muy Especial!!!

Un recuerdo Muy Especial !!!

2008 - 13 de octubre - 2016


Recordemos en este Sitio muy especialmente a nuestros hermanos que ya partieron para la "Casa del Padre".

Siempre recordaremos sus sonrisas, el buen humor, "las pescas", "los asados", el amor a Dios y el compromiso constante con el hermano necesitado.

Estamos seguros que desde el Cielo ellos interceden ante Dios por cada uno de nosotros, que caminamos esperanzados en encontranos nuevamente para compartir tantos momentos inolvidables.


... German Merlino, Eldo Yoris y Silvio Bejarano ...

Hasta siempre Hermanos!!!!!


jueves, 8 de octubre de 2015

Mensaje del Casante !!!


Cumpleaños de Don Calabria



Presbítero, Fundador de las Congregaciones de los Pobres Siervos y de las Pobres Siervas de la Divina ProvidenciaJUAN CALABRIA nació en Verona el 8 de octubre de 1873, séptimo y último hijo de Luis, zapatero, y de Angela Foschio, empleada al servicio doméstico, mujer de grande fe, educada por el Siervo de Dios Padre Nicolás Mazza en su escuela de niñas pobres.



Desde el nacimiento, para el niño Juan, la pobreza fue su maestra de vida. Cuando murió su papá, tuvo que interrumpir el cuarto año de escuela primaria para buscar un trabajo como ayudante.

Descubriendo las virtudes del joven, el rector de San Lorenzo, Padre Pedro Scapini, lo preparó en privado para los exámenes de ingreso al seminario. Una vez superados, fue admitido y frecuentó el liceo como alumno externo. Al tercer año tuvo que interrumpirlo para hacer el servicio militar.

La caridad fue la característica de toda su vidaYa joven se distinguió sobre todo por su gran caridad. De hecho, se puso al servicio de todos haciendo los trabajos más humillantes y peligrosos. Se ganó la admiración de sus compañeros y superiores, llevando a muchos de ellos a la conversión y a la práctica de la fe.

Cuando terminó el servicio militar, retomó los estudios. Una fría noche de noviembre de 1897, cuando hacía su primer año de teología, volviendo de visitar a los enfermos en el hospital, encontró un niño acurrucado delante de su puerta; era fugitivo de los gitanos. Lo recogió y lo llevó en casa. Estuvo con él y al final lo acomodó en su pequeño dormitorio. Fue el principio de sus obras a favor de los huérfanos y abandonados.

Algunos meses más tarde, fundó la "Pía Unión para la asistencia de los enfermos pobres", reuniendo en torno a sí un buen grupo de seminaristas y de laicos.
Eran éstos los inicios de una vida totalmente caracterizada por la caridad. "Cada instante de su vida fue la personificación del maravilloso cántico de San Pablo sobre la caridad", escribe en una carta postulatoria a Pablo VI una doctora hebrea salvada por el Padre Calabria de la persecución nazi y fascista, escondiéndola vestida de hermana, entre las religiosas de su Instituto.

Sacerdote y Fundador de dos Congregaciones
Ordenado sacerdote el 11 de agosto de 1901, fue nombrado ayudante vicario en la parroquia de San Esteban y confesor en el seminario. Se dedicó con un particular celo a la confesión y al ejercicio de la caridad privilegiando sobre todo a los más pobres y marginados.

En el 1907, nombrado Vicario de la Rectoría de S. Benito del Monte, comenzó también a recibir y cuidar espiritualmente a los soldados. El 26 de noviembre de aquel año, en "Vicolo Case Rotte", dio inicio oficial al Instituto "Casa Buoni Fanciulli", que el año siguiente encontró la estabilidad definitiva en la calle San Zeno in Monte, en la actual Casa Madre.

Junto a los jóvenes el Señor le mandó laicos deseosos de compartir con él la propia donación al Señor. Con este puñado de hombres donados totalmente al Señor en el servicio a los pobres, con una vida radicalmente evangélica, hizo vivir a la Iglesia de Verona el clima de la Iglesia Apostólica. Y aquel primer núcleo de hombres fue la base de la "Congregación de los Pobres Siervos de la Divina Providencia" que será aprobada por el Obispo el 11 de febrero de 1932 y obtendrá la Aprobación Pontificia el 25 de abril de 1949.

Inmediatamente después de la aprobación diocesana, la Congregación se extendió en varias partes de Italia, siempre al servicio de los pobres, de los abandonados y marginados. Prolongó su acción a los ancianos y a los enfermos dando vida para ellos a la "Cittadella della caritá ". El corazón apostólico del Padre Calabria pensó además en los Parias de la India, mandando en el 1934 cuatro Hermanos a Vijayavada.

En el 1910 fundó también la rama femenina, las "Hermanas", que fue aprobada como Congregación de derecho diocesano el 25 de marzo de 1952 con el nombre de " Pobres Siervas de la Divina Providencia " y el 25 de diciembre de 1981 obtuvieron la Aprobación Pontificia.

Profeta de la paternidad de Dios y de la búsqueda de su reino
A las dos Congregaciones, el Padre Calabria, confió la misma misión que el Señor le había inspirado cuando joven sacerdote: "Mostrar al mundo que la Divina Providencia existe, que Dios no es extranjero, sino Padre, y piensa en nosotros, siempre que nosotros pensemos en Él y le correspondamos buscando en primer lugar el Santo Reino de Dios y su justicia" (cf. Mt 6, 25-34).

Y para testimoniar todo esto, acogió gratuitamente en sus casas, jóvenes, material y moralmente necesitados. Hizo hospitales y casas de acogida para asistir en el cuerpo y en el espíritu a enfermos y ancianos. Abrió casas de formación para jóvenes y adultos pobres, a fin de ayudarlos a alcanzar la propia vocación sacerdotal o religiosa. Los asistió gratuitamente hasta la teología o a la definitiva decisión por la vida religiosa. Después los dejaba libres para elegir aquella diócesis o congregación que el Señor les hubiera inspirado. Estableció que sus religiosos ejercieran el apostolado en las zonas más pobres, "donde nada hay, humanamente, para recibir".

"Resplandeció como un faro luminoso en la Iglesia de Dios"Son exactamente éstas las palabras que el Card. Schuster hizo esculpir sobre su tumba.

De hecho al comenzar desde el 1939-40 hasta la muerte, en contraste con su innato deseo de anonimato, alargó sus horizontes hasta alcanzar las fronteras de la Iglesia, "gritando" a todos que el mundo se puede salvar sólo si se retorna a Cristo y a su Evangelio.

Fue así que se convirtió en una voz profética, un punto de referencia. Obispos, sacerdotes, religiosos y laicos vieron en él un guía seguro para ellos mismos y para sus iniciativas.

Por eso los Obispos de la Conferencia Episcopal del Trivéneto, en la propia carta postulatoria al Papa Juan Pablo II, pudieron escribir: «El Padre Calabria, justo para preparar la Iglesia del Dos Mil -expresión a él familiar- hizo de su vida un continuo sufrir y una cuidadosa llamada a la conversión, a la renovación, a la hora de Jesús, con tonos impresionantes de perentoria urgencia... Nos parece que la vida del Padre Calabria y su misma persona constituyen una " profecía " de vuestro apasionado grito a todo el mundo: "Aperite portas Christo Redemptori!"».

Comprendió que en esta radical y profunda renovación espiritual del mundo tenían que ser comprometidos también los laicos. Para esto, en el 1944 fundó la "Familia de los Hermanos Externos", integrada, en efecto, por laicos.

Rezó, escribió, actuó y sufrió por la unidad de los cristianos. Por eso, mantuvo fraternas relaciones con protestantes, ortodoxos y hebreos. Escribió, habló, amó, nunca discutió. Conquistó con el amor. El mismo pastor luterano Sune Wiman de Eskilstuna (Suiza) que tuvo con él un copioso intercambio epistolar, dirigió el 6 de marzo de 1964 una carta postulatoria al Santo Padre Pablo VI para pedirle la glorificación de su venerado amigo.

Fue este período el más misteriosamente doloroso de su vida. Parecía que Cristo lo hubiera asociado a la angustia del Getsemaní y del Calvario, aceptando su ofrecimiento como "víctima" para la santificación de la Iglesia y para la salvación del mundo. El beato card. Schuster lo comparó al Siervo de Jahvé.

Murió el 4 de diciembre del 1954. En la vigília, hizo su último gesto de caridad ofreciendo su vida al Señor por el Papa Pío XII, que agonizaba. El Señor había aceptado su oferta y, mientras él moría, el Papa, misteriosa e improvisamente recuperaba la salud viviendo con eficiencia otros cuatro años.

El mismo Pontífice, sin saber del último gesto del Padre Calabria pero conocedor profundo de toda su vida, cuando recibió la noticia de su muerte, en un telegrama de condolencia a la Congregación, definió "campeón de evangélica caridad".

Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 17 de abril de 1988 y canonizado el 18 de abril de 1999.-


sábado, 3 de octubre de 2015

41° Peregrinación Juvenil a Pie a Luján


El sábado 3 de octubre se desarrollará la 41° Peregrinación Juvenil a Luján.Este año será bajo el lema: “GRACIAS MADRE POR ESTAR SIEMPRE,  AYUDANOS A CUIDAR NUESTRA PATRIA”.
La peregrinación se iniciará el sábado 3 de octubre a las 12, en las puertas de laParroquia San Cayetano de Liniers, en Cuzco 150 (cerca de General Paz y Avenida Rivadavia). De allí, la imagen cabecera marchará junto a los peregrinos que recorrerán cerca de 60 kilómetros para llegar al Santuario de la Virgen de Luján. A las de la mañana del domingo 4, se celebrará lamisa central.
 Año tras año la cantidad de peregrinos fue creciendo. En 1975 comenzaron a caminar unas 30 mil personas. Cuarenta años después lo hacen cientos de miles. De hecho, la Peregrinación Juvenil a Luján es el acontecimiento más grande y renovador de la fe de nuestro pueblo.
Para ellos,  la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular  prepara todo el camino, con el único objetivo de que cada uno de ellos camine cómodo y seguro hacia la Basílica de Luján.
En abril, y como sucede todos los años, un grupo de laicos y sacerdotes se reunieron para definir el lema en función de las necesidades que los peregrinos dejan escrito en los Cuadernos de Intenciones de la Basílica de Luján.  Luego de varios encuentros, el grupo de trabajo trató de intuir y reflejar el pedido que los peregrinos le están haciendo a la Madre de los argentinos en estos tiempos.
El común denominador de esas peticiones es el agradecimiento a la Madre de Luján, dejando de manifiesto que Ella está siempre, nos acompaña siempre.
Pero también le pedimos que nos ayude a comprometernos en el cuidado de la Patria, de nuestra Argentina. Se trata tomar responsabilidades desde lo cotidiano para buscar el bien común, el bien de todos. Cuidar la  Patria no es solo un hecho eleccionario, como ocurre este año, sino también una tarea que todos pueden aportar desde sus roles y sus lugares, sin esperar que “un salvador” sea elegido.
Por otro lado, la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular  entiende que no es sólo una súplica “hacia lo Alto”, sino también un compromiso de todos y cada uno de los argentinos de trabajar por la Patria.
Es así como surgió el lema que este año nos convoca y anima a llegar a la Virgen de Lujan:“GRACIAS MADRE POR ESTAR SIEMPRE,  AYUDANOS A CUIDAR NUESTRA PATRIA”.
 
¿QUÉ ES LA COMISIÓN ARQUIDIOCESANA DE PIEDAD POPULAR?
Somos más de 6500 voluntarios que colaboramos en forma desinteresada en 70 puestos de Apoyo y Sanitarios. Con la experiencia y el compromiso de ayudar al prójimo, estamos preparando y coordinando todos los recursos necesarios para brindarles a todos los que caminen, los servicios que necesitan para alivianar su andar.
En forma totalmente gratuita, en los Puestos de Apoyo, brindamos alimentos y bebidas para todo el que lo requiera. También, atendemos las inquietudes de los peregrinos, escuchándolos y fortaleciéndolos con palabras de aliento que les ayude recorrer casi 60 kilómetros para llegar a la casa de la Virgen de Luján.
Desde el punto de vista sanitario, se realiza un gran operativo preventivo a lo largo de la ruta. Estos puestos son de suma importancia debido a que allí no solo se asiste ante una eventual emergencia sino también se colabora en suavizar los pies del peregrino. Estos Puestos Sanitarios estarán ubicados desde Liniers hasta Luján  y cuentan con profesionales de la salud.
Es importante recalcar que todos los servicios se ofrecen gratuitamente y van a estar visiblemente identificados con la imagen de la Virgen de Luján y el número de puesto.
En forma mancomunada y totalmente altruista, participarán de éste operativo comunidades parroquiales, educativas y ONGs, entre otras instituciones.
También les dan una mano a los peregrinos: empresas privadas, obras sociales y profesionales de la salud, efectivos policiales tanto provincial como de  los distintos municipios afectados por la Peregrinación Juvenil a Luján y miembros de Defensa Civil.
Como todos los años, además, colaboran organismos del Gobierno Nacional, Provincial y de los municipios afectados.
Es verdad que el peregrino “sale a caminar” sin que preparemos nada, pero tratamos de acompañarlos para que sea más llevadero el camino.
Un año más, y con la fe renovada, la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular quiere acompañar y servir, una vez más,  a los fieles en su camino hacia la Virgen de Luján.