Un Recuerdo Muy Especial!!!

Un recuerdo Muy Especial !!!

2008 - 13 de octubre - 2016


Recordemos en este Sitio muy especialmente a nuestros hermanos que ya partieron para la "Casa del Padre".

Siempre recordaremos sus sonrisas, el buen humor, "las pescas", "los asados", el amor a Dios y el compromiso constante con el hermano necesitado.

Estamos seguros que desde el Cielo ellos interceden ante Dios por cada uno de nosotros, que caminamos esperanzados en encontranos nuevamente para compartir tantos momentos inolvidables.


... German Merlino, Eldo Yoris y Silvio Bejarano ...

Hasta siempre Hermanos!!!!!


jueves, 27 de octubre de 2011

Jeves ... Día de Comunidad!!!

Hola familia, feliz día de comunidad.

Hace muchos años atrás, viví una experiencia inolvidable, que todavía me dura. Descubrí y palpé el amor de Dios hacia mí. Fue realmente maravilloso; nunca había imaginado algo igual. Desde entonces todo fue diferente para mí.

Las citas del Antiguo Testamento: “¿Puede una madre olvidarse del hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella lo hiciera, Yo nunca me olvidaré de ti”… “Mira, tengo grabado tu nombre en la palma de mi mano”… me conmovieron. Me explicaron que era la voz de Dios hacia cada uno de nosotros, y lo entendí y quedó grabado en mi corazón. Me dijeron muchas cosas más.

El anuncio, la proclamación del Evangelio, fue directo a mi corazón; no fueron solamente palabras, lo experimenté en profundidad. Tuve momentos de llanto y de risas, porque no podía creer que alguien me amara de tal modo, aceptándome así, como era en aquel entonces, un joven de 18 años.

Lo cierto es que Jesús no ha cambiado su mensaje. El está presente hoy entre nosotros como hace dos mil años atrás. Su palabra es la misma; el anuncio del Reino sigue siendo igual para todos y cada uno de nosotros. “Tenemos un Dios que es Padre, y nos ama”, nos dirá también D. Calabria. Dios Padre nos ama así como somos en este momento (con defectos y con virtudes), no nos pide ni nos exige nada para amarnos.

Nuestro amado Benedicto XVI, en su encíclica “Deus cáritas est” nos ofrece la visión del amor de Dios: total, gratuito, sin condiciones… por cada uno de nosotros. En aquel entonces, también comprendí algo fundamental: que “el amor no consiste en que ustedes hayan amado a Dios, sino que El los amó primero”(1 Jn 4,10)…

La experiencia del amor es difícil explicarla en palabras.

Desde entonces, cada vez que leo la Palabra, “su Palabra”, siento que mi corazón se estruja de alegría, especialmente cuando descubro aquellos versículos que me hablan de su amor por nosotros. Como ocurre en la carta de S. Pablo, en el día de hoy. Todo sigue vigente, inalterable, su Palabra sigue igual. No existe nada que nos separe de su amor… “¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo?”… Nada ni nadie.

Los dejo con su Palabra.



Carta de San Pablo a los Romanos 8,31b-39.

¿Qué diremos después de todo esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos concederá con él toda clase de favores?

¿Quién podrá acusar a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica.
¿Quién se atreverá a condenarlos? ¿Será acaso Jesucristo, el que murió, más aún, el que resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros?

¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada?

Como dice la Escritura: Por tu causa somos entregados continuamente a la muerte; se nos considera como a ovejas destinadas al matadero.

Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria, gracias a aquel que nos amó. Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.




Salmo 109(108),21-22.26-27.30-31.

Pero tú, Señor, trátame bien, por el honor de tu Nombre; líbrame, por la bondad de tu misericordia.

Porque yo soy pobre y miserable, y mi corazón está traspasado;
Ayúdame, Señor, Dios mío, sálvame por tu misericordia, para que sepan que aquí está tu mano, y que tú, Señor, has hecho esto.

Yo daré gracias al Señor en alta voz, lo alabaré en medio de la multitud,
porque él se puso de parte del pobre, para salvarlo de sus acusadores.




Evangelio según San Lucas 13,31-35.

En ese momento se acercaron algunos fariseos que le dijeron: "Aléjate de aquí, porque Herodes quiere matarte". El les respondió: "Vayan a decir a ese zorro: hoy y mañana expulso a los demonios y realizo curaciones, y al tercer día habré terminado. Pero debo seguir mi camino hoy, mañana y pasado, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén.

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste!

Por eso, a ustedes la casa les quedará vacía. Les aseguro que ya no me verán más, hasta que llegue el día en que digan: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!".





Los saludo con el aprecio de siempre. Hoy es un día espléndido (como todos los jueves) para reunirnos como polluelos bajo sus alas, y rumiar su palabra que nos dice a cada uno: “Los montes se correrán y las colinas se moverán, pero mi amor por ti no se apartará” (Is. 54, 10). El mismo Dios en persona, ha firmado esta carta.


Titino


Les deseo lo mejor. Un abrazo.