Una pequeña reflexión

INESPERADO

Un desprendimiento de tierra, nieve y piedras los tomó por sorpresa mientras cenaban. El grupo de especialistas, integrado por cuatro guardabosques, dos guías de turismo y una investigadora, se encontraba dentro del refugio ubicado a 2900 metros de altura sobre la ladera del Aconcagua (la montaña más alta del continente americano) cuando ocurrió aquella avalancha.

Al arribar al sitio del incidente, los rescatistas observaron cómo había quedado la vivienda y se prepararon para hallar lo peor. Sin embargo, ¡ninguno de los siete ocupantes había perdido la vida! Sólo habían sufrido golpes intensos y algunos rasguños, pero nada de gravedad.

¡La vida es una “caja de sorpresas”!

Todos intentamos vivir de la mejor manera, tomar los recaudos necesarios para asegurar nuestra supervivencia, cuidar nuestra salud, atender a nuestra familia, etc. Eso está muy bien y así debería ser en cada situación. Sin embargo, hay cosas que nadie puede predecir y que ocurren de un momento para el otro. ¿Qué hacer entonces?

Por un lado debes considerar que lo inesperado es parte de la vida. Y por otro, tener la actitud correcta cuando algo así suceda. ¿Qué actitud? Buscar a Dios en oración y lectura de la Biblia, dependiendo de sus fuerzas para enfrentar todo tipo de experiencias y poder aprender de ellas a fin de crecer como una persona mejor.

La Biblia aconseja: “Cuando te vaya bien, disfruta ese bienestar; pero cuando te vaya mal, ponte a pensar que lo uno y lo otro son cosa de Dios, y que el hombre nunca sabe lo que ha de traerle el futuro”.*

Disfruta los tiempos de tranquilidad, ¡y cultiva la paz interior cuando suceda algo que no esperabas!

¡Buen Fin de Semana! (Cristian Franco - www.cristianfranco.org)