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Hola familia, feliz día de comunidad.
Uds. habrán escuchado hablar del P. Ginno Gatto. Fue uno de los primeros misioneros que el P. San Juan Calabria envió a Sudamérica a fines de la década de los ´50, comienzos de los ´60 (si mal no recuerdo).
Hace algunos años atrás, P. Ginno estuvo en la Parroquia de la Paz, dando una conferencia acerca de D. Calabria, dijo algo similar a esto: “¿Saben en qué radicaba la santidad de D. Calabria?... en su misericordia…” (Aunque la lista de virtudes de nuestro amado Padre es bastante extensa, se centró fundamentalmente en este aspecto). Y relató lo que le aconteció a él (de niño) con D. Calabria.
Nos dijo que él solía ser muy travieso… demasiado. Así es que, enumeró algunos hechos en aquella institución que tenía a cargo San Juan Calabria, con las que nos convenció totalmente que había sido un niño muy travieso; fue una exposición que nos hizo reír mucho a quienes participamos de aquel encuentro.
Sucedió entonces, que su madre fue un día a visitarlo y a hablar personalmente con D. Calabria, para averiguar el comportamiento de su hijito.
En aquella circunstancia, nos relataba D. Ginno, cuando se acercaba el momento de comparecer ante su madre, estaba mudo de miedo y vergüenza, y su corazón palpitaba de intranquilidad (Uds. ya conocen como son los niños cuando son descubiertos en sus travesuras, no?).
El santo, llevó al niño del hombro, y dijo a su madre: “Señora, su hijo Ginno… es el mejor alumno de nuestra institución, no hay otro como él…”
…
Los que tienen la experiencia del perdón y la misericordia, son capaces de replicar la bondad recibida. Creo que fue el caso de P. Ginno, quien nos transmitió su bondad y alegría. Recuerdo que le pidió una gracia al Señor, le pidió que todas las personas con las que él se haya reunido, o que haya conocido (aunque sea de paso), las pueda ver luego (a su tiempo), en el Paraíso. Ojalá uds. se hayan cruzado por su camino. Su oración fue muy generosa, nos incluyó a todos.
…
El Evangelio de hoy nos hablará de un hombre que también fue perdonado. En realidad a este hombre le ocurrieron dos hechos en un breve lapso: primero fue perdonado, y posteriormente sanado de su parálisis.
Me hubiese encantado saber qué pasó en ese primer momento de aquel hombre, cuando fue perdonado: ¿qué habrá sentido en su corazón? Imaginen, el propio Jesús en persona, de pie junto a él, mirándolo a los ojos, perdonándolo. Escuchar el sonido de aquella voz inconfundible, otorgándole el perdón.
A mí me parece que este hombre (todavía postrado) ya estaba satisfecho con el perdón de Jesús,… no se, me da esa impresión. Qué dicen uds.?
Los dejo con la Palabra.
Libro de Amós 7,10-17.
Amasías, el sacerdote de Betel, mandó a decir a Jeroboám, rey de Israel: "Amós conspira contra ti en medio de la casa de Israel; el país ya no puede tolerar todas sus palabras. Porque él anda diciendo: 'Jeroboám morirá por la espada e Israel irá al cautiverio lejos de su país'".
Después, Amasías dijo a Amós: "Vete de aquí, vidente, refúgiate en el país de Judá, gánate allí la vida y profetiza allí. Pero no vuelvas a profetizar en Betel, porque este es un santuario del rey, un templo del reino".
Amós respondió a Amasías: "Yo no soy profeta, ni hijo de profetas, sino pastor y cultivador de sicómoros; pero el Señor me sacó de detrás del rebaño y me dijo: 'Ve a profetizar a mi pueblo Israel'. Y Ahora, escucha la palabra del Señor. Tu dices: 'No profetices contra Israel, no vaticines contra la casa de Isaac'. Por eso, dice el Señor: 'Tu mujer se prostituirá en plena ciudad, tus hijos y tus hijas caerán bajo la espada; tu suelo será repartido con la cuerda, tú mismo morirás en tierra impura e Israel irá al cautiverio lejos de su país'".
Salmo 19(18),8.9.10.11.
La ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma;
el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple.
Los preceptos del Señor son rectos,
alegran el corazón;
los mandamientos del Señor son claros,
iluminan los ojos.
La palabra del Señor es pura,
permanece para siempre;
los juicios del Señor son la verdad,
enteramente justos.
Son más atrayentes que el oro,
que el oro más fino;
más dulces que la miel,
más que el jugo del panal.
Evangelio según San Mateo 9,1-8.
Jesús subió a la barca, atravesó el lago y regresó a su ciudad. Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: "Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados".
Algunos escribas pensaron: "Este hombre blasfema".
Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: "¿Por qué piensan mal?
¿Qué es más fácil decir: 'Tus pecados te son perdonados', o 'Levántate y camina'?
Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".
El se levantó y se fue a su casa.
Al ver esto, la multitud quedó atemorizada y glorificaba a Dios por haber dado semejante poder a los hombres.
Los saludo con el aprecio de siempre, deseándoles lo mejor. Que Dios nos bendiga junto a nuestros seres queridos. Un abrazo y hasta la próxima.
Titino
P.D.: P. Daniel me comentó que el día 19 de agosto (domingo), está previsto un retiro espiritual con los Hermanos Externos, Amigos de la Obra, y Ex alumnos, a partir de las 8,00 hs. aproximadamente, finalizando a media tarde. Recuerden que sería nuestro encuentro con P. Miguel (vayan agendando).
